Uno y tres: Mulino y los diezporcentistas

Uno y tres: Mulino y los diezporcentistas
Imagen generada por DALL-E
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Ayer miércoles, 3 de abril, durante el debate enfocado en turismo, una vez más hubo un claro ausente: José Raúl Mulino no asiste a los debates presidenciales, ni a los oficiales ni a los temáticos.

Mulino enfoca su campaña en convencer al electorado de que él es Ricardo Martinelli y que Ricardo Martinelli es él. Intentan convertirse en uno. Es tan evidente la estrategia, que pareciera que hasta la letra «M» compartida al inicio de ambos apellidos pesó en la decisión de nombrarlo candidato a vicepresidente.

Durante el debate, a pesar de no estar en el escenario, Mulino llevó a cabo un evento paralelo con simpatizantes sobre el tema de turismo. Los videos del evento son impactantes: pocas propuestas, el público callado y los ánimos bajos. Mulino tenía un micrófono, vestía de forma casual y caminaba entre un público sentado en mesas cocteleras en un restaurante de la Avenida Balboa.

También se televisaron pautas sobre turismo pagadas por la campaña de Mulino —¿o de Martinelli?— durante los cortes comerciales del debate. Mulino no estaba, pero sí estaba a la vez.

Es Mulino quien, en diversas encuestas, lidera la intención del voto.

¿Qué tantos de esos votos son de Martinelli?

Todo parece indicar que la inmensa mayoría. En ediciones anteriores hemos intentado entender el fenómeno Martinelli y la razón por la cual, más allá del personaje y su carisma, su discurso cala tanto con la población.

Mientras tanto, para los demás candidatos, particularmente los tres que parecen empatados en segundo lugar —Martín Torrijos, Ricardo Lombana y Rómulo Roux— es imposible ignorar la existencia y el alcance de la candidatura de Mulino.

Estaremos refiriéndonos a estos candidatos con el término «diezporcentistas», ya que sus niveles de intención de voto parecen rondar el 10% en las encuestas hasta ahora publicadas.


Personaje

El candidato de Realizando Metas, Mulino, es abogado de profesión.

Civilista durante la dictadura militar, fue viceministro y luego ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Guillermo Endara, además de ministro de seguridad durante el gobierno de Ricardo Martinelli.

Fuera de esos momentos en el poder, Mulino ha ejercido en el sector privado.

Muchos lo describen como un hombre con carácter y temple. Algunos, incluso, argumentan que no se deja “mangonear” por nadie e insinúan que de llegar al poder haría a un lado a Martinelli, quien lo puso en la posición privilegiada que hoy ostenta como candidato de Realizando Metas.

Otros aseguran que esa idea es un “sueño de opio”, como lo puso el cantautor y abogado Rubén Blades en un reciente escrito. “¿Qué carácter va a tener alguien que acepta ser el alcahuete y habilitador de un corrupto?” se pregunta Blades.

La realidad es que es un hombre parco, quien reitera una y otra vez que los formatos de los debates no se prestan para el verdadero intercambio de ideas. En realidad, es probable que el formato no sea el mejor para Mulino, quien, si bien habla de forma clara, no es tan conciso con sus respuestas.

Además, aparecer en el escenario junto a los otros siete significaría un sinnúmero de pullas y ataques en su contra, ataques que, liderando en la encuestas, no valdría la pena recibir.


Amigos

Además de liderar la candidatura del «taxi electoral» creado por Martinelli para hacerse una vez más del poder, Mulino asegura que él y Martinelli son buenos amigos. Incluso, desde antes de estar en política.

Ha dicho, una y otra vez, que ayudará a su amigo cuando sea presidente.

¿A qué se refiere?

No se sabe. Actualmente Martinelli está en la embajada de Nicaragua en Panamá, según él, buscando refugio de la justicia panameña. Pide asilo político en el país centroamericano. Y el actual gobierno panameño se ha mantenido decidido: no han otorgado el salvoconducto que necesitaría para llegar a suelo nicaragüense.

Desde que se anunció oficialmente que sería Mulino quien tomaría la postulación presidencial de Realizando Metas luego de la inhabilitación a Martinelli —decisión tomada por el Tribunal Electoral que espera fallo de la Corte Suprema de Justicia— éste se ha posicionado alto, sino primero, en todas las encuestas.


Proyección

¿Qué tan grande es la diferencia de votos?

Utilizando los datos arrojados por la más reciente encuesta de La Prensa podemos aterrizar en números el total de votos con el cual aventaja Mulino a los diezporcentistas, empatados en segundo lugar.

Proyección de diferencia de votos en base a la encuesta de La Prensa

Cálculo Porcentaje Número
Padrón Electoral 100% 3,004,083
Participación promedio 75% 2,253,000
Votos José Raúl Mulino 29.4% 662,000
Votos segundo lugar 11.6% 261,000
Diferencia de votos 17.8% 401,000
Fuente: Mercadeo Planificado, S.A. – La Prensa, Tribunal Electoral

El Padrón Electoral —es decir, la cantidad de votantes habilitados para el 5 de mayo— es de 3,004,083 electores. Suponiendo que la participación se mantenga acorde al promedio de las últimas elecciones, la misma oscilaría cerca del 75%.

Eso significa que se podría esperar que unas 2,253,000 personas salgan a votar para presidente.

Si Mulino tiene el 29% de los votos, tal cual lo plantea la encuesta, tendría 662,000 votos.

El segundo, Martín Torrijos, tiene el 11.6% de la intención de voto. Esto significa 261,000 votos. La diferencia entre el primer y el segundo lugar es, en base a estas proyecciones, 401,000 votos.

Se trata de un número alto y un arduo camino por recorrer.


Respuesta

Los candidatos, algunos dirían que muy lentamente, han ido afinando sus estrategias para hacerle frente a esa realidad.

El que menos ha cambiado lo que estaba haciendo es Torrijos.

Se ha mantenido firme en su candidatura, basada en experiencia, donde busca perfilarse como el único con el conocimiento para hacerle frente a los retos.

Esta semana, hizo una conferencia de prensa para recordar al público que en su gobierno los números macroeconómicos estaban sólidos.

Lombana, por su parte, ha criticado de frente a Mulino por no ir a los debates, tildándolo de una “falta de respeto” con el electorado. Es quien se presenta más combativo contra el líder. Además, en los debates se ve sólido, con buen manejo del tiempo y respuestas claras y concisas.

En cuanto a sus recorridos, tal vez Lombana no está caminando tanto como se esperaría.

Lleva una campaña muy digital y juvenil. Su eslogan de “ellos o nosotros” busca acaparar a ese votante independiente. La pregunta es si será suficiente.

Roux, por su parte, ha cambiado de rumbo.

Inicialmente apelando a un electorado joven e independiente, en las últimas semanas ha regresado a la línea partidista, buscando recordar al electorado que el gobierno Cambio Democrático, el cual llevó a Martinelli al poder en 2009, estaba conformado por muchas personas, entre ellas, él.

Incluso, una cuña, reviviendo la famosa llamada desde el centro penitenciario El Renacer que hizo el expresidente a favor de Roux en la contienda pasada, ha circulado esta semana. Roux busca acercarse a la figura de Martinelli, no alejarse, como lo hizo antes de la campaña y al inicio de la misma.


Maquinaria

Por su parte, Carrizo parece advertir —¿o amenazar?— al electorado de la “maquinaria” PRD.

“La maquinaria PRD se está encendiendo,” dijo en el más reciente debate. Asegura que tienen los mecanismos para movilizar a los votantes y triunfar el 5 de mayo.

El diputado Raúl Pineda —líder del partido en el distrito de San Miguelito— asegura que será el PRD el que gane en ese circuito electoral, tanto a nivel de diputados, como la alcaldía y la presidencia. También hizo referencia a la maquinaria.

Es un hecho que la capacidad que tengan los partidos de movilizar a los votantes el día de la elección pesa mucho en los resultados. Sin embargo, algunos analistas sugieren que el desgaste del actual gobierno podría resultar en la peor derrota en la historia del PRD.

El desgaste, sumado a la mofa y burla constante contra el actual vicepresidente y candidato perredista, plantea un escenario difícil para él y su partido.

Si la apuesta es que el voto se divida lo suficiente para lograr la presidencia, la ventaja aparente de Mulino no ayuda en esa matemática.

Ya el PRD pide el voto en plancha para sus candidatos, cerrando filas en apoyo a la línea partidista.

En el último debate, Carrizo aseguró que tienen más de 590 mil votos, refiriéndose a la cantidad de inscritos en el PRD. Si bien es el partido más grande del país, declarar que todos votarán por el candidato oficialista es imposible.

Resultados de la encuesta de La Prensa revelan que solo el 24% de quienes se identifican como PRDs tienen la intención de votar por Carrizo.


Intentos

Los demás candidatos —Zulay Rodríguez, Melitón Arrocha y Maribel Gordón— están de últimos en la intención de voto. Rodríguez parece estar enfocada en su distrito de San Miguelito, se ve poca pauta de la actual diputada pidiendo el voto para la presidencia. Sus participaciones en los debates, si bien consistentes, no parecen calar mucho a su favor.

Arrocha logra proyectarse de forma sólida en los debates. En general, hace planteamientos interesantes y es contundente. El poco reconocimiento que tiene con el electorado puede jugar a su favor. Si bien Arrocha ha dicho que solo correrá esta vez a la presidencia, su caminar durante esta campaña podría perfilarle un futuro político prometedor.

Gordón, por su parte, se diferencia de los demás por su discurso ideológico. Sin embargo, no logra generar mayor apoyo, pues algunos argumentan se trata de un discurso trillado y anticuado más que una propuesta de la izquierda moderna.


Realidad

Las decisiones, proyectos y el rumbo que tome el país el próximo quinquenio afectará el futuro económico, político, social e internacional de Panamá de una forma abrumadora.

Más allá de los conocidos retos que tendrá el gobierno entrante, como la crisis de la Caja del Seguro Social, la crisis del agua, la nueva realidad macro económica y el cierre de la mina, el próximo gobernante deberá desenvolverse ante un electorado crítico, movilizado y dividido.

La indecisión sigue alta y si bien esas personas votarán por alguien el 5 de mayo, es evidente que ninguno de los candidatos logra representar de forma contundente a un sector de la población que pide a gritos un proyecto de país que los incluya y tome en cuenta, articulando los distintos retos y oportunidades.

Además, una presidencia de Mulino podría significar una burla al sistema de justicia panameño en torno al caso contra el expresidente Martinelli. Definir qué es Martinelli para el país no es tarea fácil. ¿Es una amenaza, una solución, un obstáculo?

También, si los indecisos se dividen entre los tres diezporcentistas, Mulino podría resultar el vencedor, con el país siendo gobernado por un presidente que no habría convencido a cerca de 70% del electorado.

Lo que sí es cierto es que quedan muchas preguntas aún en el aire pero cada vez menos tiempo para responderlas.


Nota Editorial

En Nueva Nación somos fieles creyentes que la ciudadanía informada no solo es un derecho, sino un deber, por lo que promovemos y apoyamos la discusión política electoral entre familiares, amigos y colaboradores de manera respetuosa a la dignidad inherente de los demás.

Son tiempos difíciles para el país, y la elección presenta una excelente oportunidad para construir y afianzar lazos de confianza inter-ciudadana. Por esto, pedimos encarecidamente que hablen sobre sus ideas, dudas y preocupaciones políticas con sus pares. Al final, en una república, más allá de quien gobierna, importa la voz y acción de los gobernados, cuya unión sera su fuerza.