Aspiramos a más: un electorado indeciso

Aspiramos a más: un electorado indeciso
Imagen generada por DALL-E

A ocho semanas de la elección del 5 de mayo el panorama se vislumbra, como ya lo habíamos anticipado, complicado y apretado. El sentimiento generalizado —tras la salida oficial de Ricardo Martinelli como candidato presidencial— es que no hay un favorito, muchos en la contienda presidencial tienen opciones y la indecisión marca la conversación electoral.


Conocidos

De los ocho candidatos a la presidencia, siete han sido candidatos presidenciales o vicepresidenciales en el pasado, ya sea en elecciones generales o en primarias internas de partidos. Dos han estado en el Palacio de las Garzas, Martín Torrijos como presidente (2004-2009) y José Gabriel Carrizo como el vicepresidente actual.

Otros dos participaron como candidatos en la elección pasada: Rómulo Roux y Ricardo Lombana. Maribel Gordón fue candidata a vicepresidenta por el Frente Amplio Democrático (FAD)en dos ocasiones (2019 y 2014).

Zulay Rodríguez y José Raúl Mulino aspiraron en los procesos de primarias de sus partidos en 2018, Rodríguez en el Partido Revolucionario Democrático (PRD) y Mulino, en ese entonces, a lo interno de Cambio Democrático (CD). Ambos quedaron segundos.

El único que no ha aspirado presidencialmente en el pasado es Melitón Arrocha, quien busca llegar por la libre postulación y está también postulado por el Partido Alternativa Independencia Social (PAIS). No obstante, Arrocha formó parte del gabinete de Juan Carlos Varela durante esa gestión (2014-2019).

Los seis hombres y las dos mujeres que aspiran a la presidencia son personas conocidas para los votantes.

No se trata de caras nuevas, con la excepción de Arrocha por el bajo perfil que logró mantener durante la gestión de Varela. Sin embargo, el electorado está indeciso, pues parecen saber superficialmente quiénes son los candidatos mas no sus planes, proyectos e intenciones.


Aspiraciones

Para el politólogo Harry Brown, director del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS), la indecisión del electorado —marcada tras la salida de Martinelli de la carrera— demuestra que los votantes buscan ser inspirados por un proyecto de país y a ser incluidos en el planteamiento a futuro que puedan hacer los presidenciables.

“No es solo la solución de los problemas, no es ni siquiera el cómo, es una visión de futuro que convoque, que ilusione. Es la articulación de los problemas y las soluciones. Eso es más difícil y requiere más capacidad porque necesitas que de alguna manera el país te quepa en la cabeza y tener una visión”, explicó Brown.

La articulación de problemas, soluciones y oportunidades parece ser el gran reto que enfrentan los candidatos que aspiran a la presidencia. El electorado, por su lado, busca agarrarse de propuestas y discursos para intentar identificar cuáles son los planteamientos a largo plazo. De cierta forma, hablamos de un electorado que tiene ejemplos pasados de articulaciones de este tipo.

Hasta cierto punto, más allá del carisma y el personaje que es Martinelli, el expresidente en su primera campaña presentó al electorado un proyecto de lo que él consideraba podía ser Panamá, un moderno e interconectado centro de negocios.

Sus mecanismos, formas y artimañas —probadamente al margen de la ley— opacan, mas no cancelan, que planteó en su momento una visión del país en la que el electorado se veía reflejado e incluído.

Para esta contienda ese proyecto país que presentó Martinelli en su momento se ha simplificado un poco, pues la campaña martinellista apela a los remanentes más primitivos de su gestión en el imaginario colectivo: el dinero y el empleo, coincidentemente los principales problemas que achaca el electorado actualmente al país.

“Más chenchen en tu bolsillo”, es el sencillo y directo eslogan de una campaña que ahora se encuentra cuesta arriba con la inhabilitación del ex presidente como resultado de una condena de 10 años y 8 meses por blanqueo de capitales en su contra.

Si bien no hay encuestas recientes que midan efectivamente a Mulino como candidato principal, sondeos previos demuestran que el bloque de votos con los que arrasaba Martinelli se diluye entre varios candidatos. Esta es una demostración más del reto que tiene Martinelli para traspasar votos.

¿Será que el electorado espera más por parte de los candidatos? ¿No es suficiente ser carismático, caer bien y prometer cambios? ¿Cómo se convence a una población cansada de lo mismo, de propuestas vacías y de falta de planificación? Las próximas ocho semanas nos darán luces de las prioridades de un electorado diverso de más de 3 millones de panameños habilitados para votar.


Fractura

Para Brown, el electorado no confía en la oferta, pues si bien conocemos a los personajes no parecemos tener una idea clara de sus intenciones. “Caras vemos, corazones no sabemos”, reflexiona Brown. Agrega que, a su juicio, el tema principal de esta elección es la postura minera. Esto, aunque sea del interés de muchos candidatos que no se discuta a profundidad el tema.

“La gente no se ha movido un centímetro desde el año pasado… el tema sigue”, asegura. Si bien hay otros temas críticos como la crisis de la Caja de Seguro Social, el empleo, la basura, Brown considera que las movilizaciones del año pasado marcarán la intención del voto.

A su juicio, corresponde a los políticos interpretar lo que pasó ahí. Entre las movilizaciones, los cánticos, las motivaciones y las victorias hay una propuesta a futuro sobre cómo consolidar el descontento con las oportunidades.


Reto

La pregunta que surge como resultado de la marcada indecisión es si el convencimiento no será suficiente para que las personas salgan a votar. Panamá ha promediado una participación del 75% en los últimos seis procesos electorales desde el regreso a la democracia.

Participación electoral por elección

Año Padrón Electoral Votantes Porcentaje de participación electoral
1994 1,499,451 1,104,578 74%
1999 1,746,989 1,330,730 76%
2004 1,999,553 1,537,342 77%
2009 2,211,261 1,636,508 74%
2014 2,457,401 1,886,308 77%
2019 2,757,823 2,013,402 73%
Fuente: Tribunal Electoral

Se trata de una participación elevada para los estándares de las democracias en la región y el mundo. Como comparación, en la elección presidencial de Colombia de 2022 votó el 58% del electorado en la segunda vuelta, cuatro por ciento más que la participación en la primera vuelta.

En Estados Unidos, la elección presidencial de 2020 logró una histórica participación electoral del 66%, un porcentaje inédito para la democracia más longeva de la región.

Si bien el Tribunal no publica data detallada sobre participación desagregada por grupo etario, los propios magistrados han enfatizado la prioridad que tiene el ente electoral de impulsar a la ciudadanía a votar, particularmente los más jóvenes. Para Brown, si se da una baja en la participación no cree que venga de la juventud. Considera que las movilizaciones del año pasado ejemplifican a una juventud interesada en los temas del país.

La oferta parece estar algo desarticulada de la realidad que enfrentan los jóvenes panameños. Sin embargo, en términos generales Brown argumenta que se trata de una juventud movilizada, interesada y empoderada.

En su análisis, pondera la posibilidad de abstencionismo por parte de quienes son votantes duros del expresidente Martinelli. Al excluir al expresidente de la contienda, prevé que si ninguno de los demás candidatos logra captar de forma contundente los votos de ese segmento del electorado, estos votantes podrían verse desincentivados a votar.

Desde su trinchera —la embajada nicaragüense— el expresidente Martinelli busca impulsar a sus seguidores a apoyar a Mulino. El ahora candidato incluso asegura que de llegar a la presidencia Martinelli estará a su lado desde el día uno. No ha dicho cómo, pues el expresidente Martinelli tiene una órden de captura en su contra emitida por el Órgano Judicial.


Apretado

En 2019 Laurentino Cortizo llegó al poder en representación del Partido Revolucionario Democrático (PRD) con el 33.35% de los votos totales. Se trata del segundo porcentaje más bajo para un ganador de la elección presidencial en la era democrática.

Su copartidario, y el primer presidente perredista en llegar al poder luego de la dictadura militar, Ernesto Pérez-Balladares llegó al poder con el 33.33% de los votos. Sin embargo, en el caso de Cortizo la diferencia con el segundo lugar, Rómulo Roux por CD, fue finamente más estrecha que Pérez-Balladares con Mireya Moscoso en su momento.

Márgenes de nóminas ganadoras en elecciones presidenciales (1994-2019)

Año Presidente electo Porcentaje del ganador Porcentaje del segundo lugar Diferencia
1994 Ernesto Pérez Balladares 33% 29% 4%
1999 Mireya Moscoso 45% 38% 7%
2004 Martín Torrijos 47% 31% 16%
2009 Ricardo Martinelli 60% 38% 22%
2014 Juan Carlos Varela 39% 31% 8%
2019 Laurentino Cortizo 33% 31% 2%
Fuente: Tribunal Electoral

Por otro lado, las diferencias más marcadas se vieron en la elección de 2004 y 2009, con 16% y 22% de diferencia en el voto entre el primer y segundo lugar, respectivamente. La elección de 2009 vio la unión de dos partidos grandes, rompiendo con la alternancia del PRD y el Partido Panameñista (PAN). La alianza política del CD con el PAN le dio la ventaja definitiva a Martinelli por encima de Balbina Herrera, candidata oficialista.


Legítimo

Para este proceso electoral se prevé, por la oferta y la situación de indecisión e incertidumbre analizada arriba, que la elección no solo esté cerrada el próximo 5 de mayo, sino que también quien llegue al poder podría hacerlo con menos del 30% del apoyo popular. Incluso se habla de que se podría llegar al Palacio de las Garzas con menos del 25%.

La presidenta de la Junta Nacional de Escrutinio, Nivia Castrellón, dijo en una reciente intervención, durante la presentación de quienes la conforman, que han “analizado todos los escenarios” y que contemplan un posible escenario en el que el Tribunal Electoral no pueda definir un ganador la noche de la elección.

“Sabemos que puede haber escenarios estrechos, pensar inclusive que no haya tendencia y que la decisión se traslade a la Junta, estamos preparados para eso”, dijo Castrellón.

Potenciales análisis sobre lo que eso significa para la gobernabilidad y la legitimidad del gobierno entrante son para otro momento.

La realidad es que el sistema actual, a nivel constitucional, contempla solo una vuelta electoral, por lo cual la mayoría simple basta para hacerse con el poder.


Jugadores

En una contienda con ocho candidatos presidenciales la matemática da para muchos escenarios. Se trata de la elección con mayor número de nóminas presidenciales en la era democrática.

Nóminas presidenciales y partidos por elección

Año Número de partidos existentes Número de candidatos por la libre postulación Número de nóminas presidenciales
1994 15 - 7
1999 12 - 3
2004 7 - 4
2009 8 - 3
2014 6 3 7
2019 7 3 7
2024 9 3 8
Fuente: Tribunal Electoral

No es el momento en democracia en el que más partidos han participado de la elección. En 1994 y 1999 había 15 y 12 partidos reconocidos, respectivamente. Sin embargo, la cantidad de nóminas presidenciales, en términos generales era menor.

En 1994 hubo siete nóminas en un sistema de 15 partidos. El país retomó los procesos electorales en democracia y varios movimientos surgidos como oposición a la dictadura buscaban abrirse paso en la política panameña.

En 1999, los 12 partidos reconocidos formaron tres grandes coaliciones y solo hubo esa cantidad de nóminas, escenario que se repitió 10 años después en 2009. Para 2004 disminuyó la cantidad de partidos, con varios pequeños de oposición a la dictadura consolidándose bajo otros liderazgos. Ese año quedaban 7 partidos pero igual se acordaron alianzas y había solo cuatro nóminas presidenciales.

Fue la primera vez que el expresidente Ricardo Martinelli participó como candidato presidencial en una elección. En una nota previa exploramos su salto político entre 2004 y 2009 y como logró consolidar cantidades exorbitantes de apoyo. En esa elección, igual se acordaron robustas alianzas.

Si bien el número total de partidos ha disminuido en general, con la inclusión de las candidaturas por la libre postulación a la carrera presidencial —con su primera participación en 2014— se incrementó la cantidad de nóminas presidenciales en la papeleta.

Ahora, la realidad de cara a mayo es que hay un total de nueve partidos, seis candidaturas partidistas y dos que corren solo por la libre postulación. Aquí contamos a Arrocha como partidista, pues un partido lo está postulando en su casilla presidencial.


Consensos

El calendario electoral para el proceso actual cambió algunas reglas del juego en cuanto a las alianzas y las consolidaciones a alcanzar. Recordarán que los partidos tuvieron hasta septiembre para formalizar alianzas políticas. El ahora candidato a vicepresidente, José Blandón, dijo en ese momento a Nueva Nación que tomar una decisión con tanta antelación era “un acto de fe” y que “mucho podía pasar” entre septiembre y mayo.

Un mes después de formalizadas las alianzas el tema minero estalló, una coyuntura que se podría asumir habría cambiado el rumbo de algunas corrientes políticas y resultado en juntas distintas.

El limitado tiempo para llegar a consensos podría ser una de las razones por las cuales hay tantos candidatos. También, vale la pena señalar que el partido de gobierno, el PRD, tiene virtualmente tres candidatos en la contienda en Carrizo, Torrijos y Rodríguez. Esto, como resultado de discrepancias y corrientes a lo interno del partido más grande del país.

Torrijos corre como candidato del Partido Popular, primera vez en décadas que el partido postula a la presidencia un candidato propio y en solitario, sin aliarse con un partido más grande.

Otro partido, el Movimiento Otro Camino, proyecto político de Lombana —un independiente que contra corriente se tomó un espacio partidista— también postula candidato en solitario, sin aliarse con otro partido tradicional.


Ocho semanas

A escasas ocho semanas de la elección general la campaña está en todo su apogeo. El siguiente debate presidencial es el próximo miércoles 13 de marzo. Se volverán a encontrar los candidatos, esta vez desde David, Chiriquí y serán cuestionados por un selecto grupo de jóvenes en temas de corrupción, economía juvenil y preparación competitiva.

Se espera que sea el primer debate en el que participe el candidato de Realizando Metas. Además, ya se ha anunciado la publicación de encuestas relevantes la semana del debate.

En notas a futuro exploraremos las carreras a gobiernos locales más álgidas del país, así como la pelea por el poder legislativo a lo interno de la Asamblea Nacional.