Martinelli: ¿protagonista y villano?

Martinelli: ¿protagonista y villano?
Imagen generada por DALL-E

Ricardo Martinelli es probablemente el político más popular en Panamá de los últimos 40 años.

Su figura es una de contradicciones y extremos, un exitoso empresario que prometió acabar con la corrupción pero que se habría convertido en la cara de la misma, con una designación internacional como corrupto y una condena en primera instancia a 10 años de prisión por blanqueo de capitales.

Percibido como un hombre con poder de ejecución y “mano dura”, su desdén por la institucionalidad, la separación de poderes y el Estado de Derecho lo perfilan como un político impredecible y peligroso.

A pesar de tales contrastes y extremos, Martinelli puntúa de primero en las encuestas de cara a la elección general de 2024, años luz por delante de sus adversarios.

De alguna manera, a pesar de haber participado de tres gobiernos, Martinelli aún logra perfilarse como un outsider político. Y su irreverencia va de la mano con su popularidad, la aceptación de su gestión y sus promesas futuras.

Martinelli se posiciona como una víctima de persecución política, demerita críticas en su contra y tacha de mentirosos, o resentidos, a sus opositores.

Con el país atravesando un proceso de desaceleración económica y una inhabilidad para recuperarse post-pandemia, parte de la ciudadanía parece añorar el periodo de bonanza y crecimiento liderado por Martinelli.

Pero, ¿a qué costo volvería Martinelli a la presidencia?

¿Es calculable el potencial deterioro institucional, reputacional y político del país?


Recorrido

El primer cargo público que ocupó el expresidente Martinelli —en ese entonces vinculado al Partido Solidaridad— fue el de director de la Caja de Seguro Social (CSS) durante el gobierno perredista de Ernesto Perez-Balladares (1994–1999).

Estuvo dos años en el cargo, saliendo luego de controversias a lo interno de la institución y —según reportes— presionado por el entonces presidente.

Fue durante el gobierno de Pérez-Balladares que Martinelli inició la inscripción de su primer proyecto político, el partido Cambio Democrático (CD), fundado oficialmente en 1998, un año antes de la siguiente elección.

El CD fue creado con Martinelli en el centro.

Un proyecto político personal, Martinelli fue el líder carismático que lideró, prácticamente en solitario, el partido desde sus inicios.

Entre las primeras posturas de CD estuvo apoyar la iniciativa de Pérez-Balladares para permitir la reelección, esfuerzo que fracasó tras un referéndum nacional.


Afinidades

Su carrera y popularidad política fue de menos a más.

En su primera contienda, Martinelli apoyó la alianza liderada por el Arnulfismo con Mireya Moscoso a la cabeza.

Al salir electa la primera presidenta de Panamá, Martinelli fue nombrado ministro de Asuntos del Canal y presidió la junta directiva del canal.

En esa elección, su partido no aportó una gran cantidad de votos a la alianza.

CD obtuvo apenas el 2.8% de los votos.

No obstante, sobrevivió la elección y logró dos curules en la Asamblea Nacional, ocupadas por los diputados Sergio Gálvez, del circuito 8-3, y Samuel Binns, del circuito 1-2, en ese entonces una tercera curul en Bocas del Toro.

En 2004, Martinelli corrió por primera vez como candidato presidencial.

Quedó de último, logrando apenas 5.3% de los votos.

A pesar de la pérdida a nivel presidencial, el tamaño de la bancada legislativa de su partido creció a tres diputados.


Victoria

El salto en votos obtenido por Martinelli de una elección a otra fue sin precedentes.

Si bien la alianza con el Partido Panameñista le aportó al salto gigante —recibiendo el 60% de los votos— el CD consiguió por sí solo el 32% de los votos en la elección de 2009.

Resultados de Cambio Democrátio hasta lograr la Presidencia (1999-2009)

Elección Nómina Papel Porcentaje de votos Resultado
1999 Mireya Moscoso
Arturo Vallarino
Dominador Bazán
Apoyó alianza 2.83% Alianza ganadora
2004 Ricardo Martinelli
Roberto Henríquez
Roxana Mendez
Candidato propio 5.31% Quedó último
2009 Ricardo Martinelli
Juan Carlos Varela
Candidato propio en alianza 60.00% Ganó elección
Fuente: Tribunal Electoral

El discurso de Martinelli de cara a esa elección estaba fuertemente enfocado en anticorrupción.

“Está bueno ya de todo lo que está sucediendo en Panamá, la corrupción está acabando con este país”, dijo Martinelli el día que se concretó la histórica y fatídica alianza con el Partido Panameñista.

La decisión de Varela de apoyar a Martinelli contra la candidata oficialista del Partido Revolucionario Democrático (PRD), Balbina Herrera, consolidó su victoria, pues el margen era pequeño entre ambos.

La alianza se rompió luego de dos años de gobierno con la destitución de Varela como canciller, en parte porque, a nivel legislativo, los diputados panameñistas habían fallado en aprobar la agenda de Martinelli y del CD.

También se conocieron reportes de una enemistad personal entre ambos.


Mando

La bonanza que experimentó el país durante la presidencia de Martinelli fue causada por muchos factores, varios de ellos ajenos a las políticas económicas o fiscales impulsadas por el entonces mandatario.

Por ejemplo, heredó un superávit fiscal del gobierno anterior, liderado por Martín Torrijos (2004-2009).

Además, la tendencia en crecimiento económico venía a la alza desde gobiernos anteriores.

También, al tomar posesión a mediados de 2009, las tasas de interés en Estados Unidos estaban históricamente bajas como resultado de la crisis financiera de 2008. No volvieron a subir hasta que salió del poder.

No obstante, el enfoque en megaobras de infraestructura a lo largo y ancho del país generó empleo y dejó frutos tangibles.

El Metro, la segunda fase de la Cinta Costera y avenidas sumamente transitadas son algunas de las obras insignia de la presidencia de Martinelli. Además de la construcción de varios aeropuertos a lo largo del país.

Lo tangible, sin embargo, compite en el imaginario colectivo con lo turbio: la falta de transparencia, los sobornos que ocurrieron durante su periodo y el enriquecimiento de unos cuantos.


Juzgado

El sistema judicial panameño sigue ventilando casos que emanan de esa administración, no solo contra Martinelli, sino también contra otras piezas clave de su gabinete y su entorno administrativo y personal.

A finales de septiembre comenzará el juicio por el caso Odebrecht, causa por la cual ya ambos hijos de Martinelli —quienes trabajaron cerca de su padre durante su gobierno— testificaron en Estados Unidos y cumplieron una condena de prisión. Esto, luego de declararse culpables del delito de conspiración para lavar dinero proveniente de sobornos de la empresa.

Durante la audiencia de sentencia en un juzgado en Nueva York —cuya transcripción se hizo pública— el abogado de Ricardo Alberto Martinelli, uno de los hijos del expresidente, aseguró que este actuó bajo solicitud de su padre.


Escuchas y cables

En 2019, el expresidente fue declarado no culpable por un tribunal panameño en el caso de las escuchas telefónicas llevadas a cabo durante su gobierno y por el cual estuvo detenido en Estados Unidos y en Panamá.

Se citaron fallas en el debido proceso y falta de pruebas contundentes como justificación del fallo.

El tema de las escuchas y los “pinchazos” fue uno recurrente durante el gobierno de Martinelli.

Cables publicados en Wikileaks correspondientes a comunicaciones entre la embajada de los Estados Unidos en Panamá y el gobierno de ese país, detallan reiteradas instancias en las que Martinelli sacó a relucir el tema con la entonces embajadora estadounidense en Panamá, Barbara Stephenson.

Son comunicaciones durante los primeros meses del gobierno de Martinelli.

Uno de los cables lo describe como “ingenuo y peligroso” y asegura que en conversaciones con la propia embajadora, Martinelli pidió apoyo a los Estados Unidos para ampliar sus capacidades de escucha, sin hacer distinción entre objetivos de seguridad y enemigos políticos.

“La aparente fijación de Martinelli con las escuchas telefónicas y sus comentarios a la embajadora demuestran que podría estar dispuesto a dejar de un lado la ley para alcanzar sus objetivos políticos y de desarrollo,” es parte del contenido del cable.

Al momento de conocerse esta información, en 2011 cuando se publicó Wikileaks, Martinelli y su entorno negaron haber tenido esas conversaciones.


Diplomacia

Tal obsesión con las escuchas que resaltan los cables estadounidenses pudo influenciar incluso la política exterior de Panamá.

A inicios de 2010, Panamá cambió su estrategia diplomática en torno al conflicto de ocupación entre Israel y Palestina.

Poco después de que Panamá votara a favor de Israel en una resolución histórica de las Naciones Unidas —un giro a cómo se votó durante décadas— Martinelli viajó a Israel y sostuvo reuniones oficiales con el entonces primer ministro, Benjamin Netanyahu.

El New York Times reportó en 2022 que en ese viaje también se sostuvieron reuniones acerca de tecnología de escuchas telefónicas que Martinelli eventualmente compró a proveedores israelíes.

Saltan dudas sobre si Panamá llegó a comprometer su postura diplomática en favor de los intereses personales y políticos del presidente Martinelli.


Desgreño

Temprano en su mandato, salieron a relucir actitudes tildadas de autoritarias y antidemocráticas. Esto también se menciona en los cables.

“Como mínimo, su comportamiento manifiesta las tendencias autocráticas que han sido predichas por amigos y enemigos por igual”, agregan en relación a su manejo político.

Una fuente que analizó al personaje desde la ciencia política, calificó a Martinelli como un “populista autoritario de derecha”.

Asegura que los intentos del expresidente durante su mandato de arraigarse en el poder deben ser tomados en serio. “No tengo razón para pensar que esas aspiraciones no siguen ahí,” dijo a Nueva Nación.


Empresario

En su momento, los estadounidenses incluso parecen haber pronosticado el destino de Martinelli en cuanto a sus relaciones.

“Arriesga perder el apoyo de la élite panameña y la comunidad empresarial […] Martinelli no es parte de la élite tradicional y podría estar jugando con fuego si sus medidas anticorrupción son vistas como maniobras para hacer dinero rápido,” dice uno de los cables.

El sector tradicional empresarial de Panamá apoyó las aspiraciones de Martinelli en 2009, en gran parte después de que éste se uniera a Varela en alianza.

Durante su gestión, la fractura fue acentuándose.

Cabe notar que Varela volvió a contar con el apoyo de tal sector en 2014 para llegar a la presidencia.

En cuanto a mano dura y el uso de la fuerza, la presidencia de Martinelli también dejó ejemplos de fuerte represión policial ante protestas.

Particularmente, hacemos nota de un incidente en Changuinola, Bocas del Toro, en julio de 2010, cuando la respuesta estatal a protestas contra la Ley 30, conocida como la Ley Chorizo, dejaron dos muertos y más de 200 heridos.


Escándalos

Las controversias de Martinelli no han quedado limitadas a Panamá.

En España, hay una causa abierta contra el expresidente, luego de que la constructora Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) admitiera haber pagado a funcionarios y políticos de Panamá a cambio de contratos.

Pese a sus esfuerzos legales, no ha sido sobreseído o separado del caso.

Otras causas abiertas durante su administración han sido cerradas, como la de Financial Pacific, la cual involucraría una cuenta del expresidente en la casa de valores.

Tal caso ha sido asociado con la desaparición del entonces subdirector de la Superintendencia de Valores de Panamá, Vernon Ramos.


Realizando metas

Tras de ser declarado no culpable en el caso de escuchas y alistarse para volver a la vida política, Martinelli anunció en febrero de 2020 su intención de fundar otro partido. Esto, luego de que el entonces presidente de la junta directiva de CD, Rómulo Roux, se negó a devolverle el control de tal partido.

Surgió entonces la idea de un partido “martinellista”.

Y parece que la intención del expresidente y sus seguidores era que el partido llevara su nombre o hiciera referencia directa a él.

Esto, el Código Electoral no lo permite.

En su artículo 54 se detalla que los partidos no podrán llevar el nombre de personas vivas.

Martinelli parece haber encontrado una salida y eligió un nombre para su partido que tuviera las mismas iniciales de su propio nombre.

Fue así como nació Realizando Metas (RM).

El crecimiento de RM ha sido sin precedentes.

Luego de conseguir más de 60 mil firmas iniciales y cerrar los libros de inscripción para presentar la solicitud al Tribunal, la autoridad electoral demoró unos cuantos meses en el papeleo.

Una vez reconocido como partido, el crecimiento fue abrumador.

Fuente: Tribunal Electoral

Y ahora es el tercer partido más grande del país en cuanto a adherentes, con 254,415 inscritos al 14 de septiembre de 2023.


Disputas internas

Luego de una elección primaria por el cargo presidencial —donde solo participó el 25% de la membresía— se dieron cuestionamientos y dudas sobre el manejo y funcionamiento interno de RM.

Felix Moulanier, un directivo de ese partido, quien renunció al cargo de coordinador político nacional, indicó que Martinelli no puso dinero para fundar el partido y que los fondos vinieron de “líderes a nivel nacional”.

Además, estimó que fundar el partido “no costó menos de $300 mil”.

A pesar de esto, el expresidente Martinelli parece decidido en usar RM como su taxi electoral de cara a la elección entrante.


Obstáculos

En el último año, han habido importantes desarrollos en cuanto a la posibilidad de un regreso de Martinelli a la presidencia.

El 25 de enero de 2023, luego de que sus hijos regresaran a Panamá tras cumplir condena en Estados Unidos, el secretario de Estado de ese país, Anthony Blinken, anunció la designación de Martinelli “por actos de corrupción significativa”.

La designación lo inhabilita a él y su familia cercana a viajar a Estados Unidos y envía un mensaje claro sobre la postura de ese país en cuanto a un posible regreso de Martinelli al poder.


Candidato condenado

Luego, el pasado 18 de julio, Martinelli fue condenado a 10 años de prisión por el caso New Business, otro caso de alto perfil emanado de su tiempo en la presidencia.

El Juzgado Segundo Liquidador de Causas Penales —dirigido por la jueza Baloisa Marquínez— lo condenó por blanqueo de fondos para hacerse de Editora Panamá América, S.A., casa editorial que publica los diarios Panamá América y La Crítica.

Este podría ser el caso que acabe con la carrera política del exmandatario.

La condena está pasando por un proceso de apelación y posible casación.

En caso de quedar en firme la sentencia de Marquínez, Martinelli estaría inhabilitado para correr a la presidencia en mayo de 2024.

Está en duda si los tiempos del sistema judicial darán una respuesta oportuna.

La realidad es que —debido al proceso de apelación pendiente— Martinelli es candidato y figura primero en las encuestas.

Su presencia en el panorama ha puesto el tono a las otras campañas.

No obstante, se presume que desde el bando martinellista se barajan opciones en el caso de que la condena quede en firme.

Por ejemplo, se habla de poner a la exprimera dama, Marta de Martinelli, como candidata del partido u otras figuras afines al expresidente.


Espaldarazos

En tres ocasiones, Martinelli ha intentado endosar votos a otra persona.

Si bien se ha acercado a su cometido, el apoyo del expresidente no ha sido suficiente a la hora de ir a las urnas.

En 2014, Martinelli aspiraba a una virtual reelección con la postulación del exministro José Domingo Arias como candidato presidencial de CD.

Su compañera de fórmula fue la esposa del expresidente, Marta de Martinelli.

Su principal contrincante político, Varela, ganó esa elección contra Arias.

Entre 2018 y 2019, luego de estar cinco años fuera del poder e involucrado en diversos casos judiciales, Martinelli enfrentó varias derrotas más.

Primero, apoyó a José Raúl Mulino a lo interno del CD en la primaria de agosto de 2018.

Mulino fue derrotado por Rómulo Roux, quien obtuvo el 68% de los votos.

Resultados de candidatos apoyados por Martinelli

Año Elección Candidato endosado Resultado Diferencia al ganador (votos) Diferencia al ganador (%)
2014 Presidencial José Domingo Arias Perdió 142,934 7.7%
2018 Primeria presiencial José Raul Mulino Perdió 39,447 40.0%
2019 Presidencial Rómulo Roux Perdió 46,299 2.4%
2019 Alcaldía capitalina Sergio Gálvez Perdió 46,536 11.5%
2019 Diputación 8-4 Mayín Correa Ganó - -
2023 Primaria presidencial Yanibel Ábrego Perdió 9,470 6.4%
Fuente: Tribunal Electoral

En la general, Martinelli apoyó a Roux.

Si bien es cierto no pudo hacer campaña en físico, pues estaba detenido, su ahora famosa cuña de “les habla Ricardo Martinelli desde El Renacer”, pidiendo el voto para Roux, fue muestra de inmenso apoyo.

Roux perdió por aproximadamente 46 mil votos contra el hoy presidente Laurentino Cortizo del PRD.


Intento truncado

En esa misma contienda electoral, Martinelli intentó correr a dos cargos de elección popular: a la alcaldía capitalina y a una diputación en el circuito 8-4.

Un fallo del Tribunal Electoral, pocos meses antes de la elección, estableció que Martinelli no residía en las circunscripciones correspondientes, pues su dirección en ese entonces era la del centro penitenciario El Renacer, en Colón.

Sus suplentes fueron quienes finalmente aparecieron en la papeleta.

Mayín Correa —su compañera de fórmula a la diputación— sí ganó. Obtuvo 12,676 votos totales.

Sin embargo, en la alcaldía, el apoyo de Martinelli no fue suficiente para que Sergio Gálvez se hiciera del municipio capitalino.


Líder opositor

Desde Estados Unidos, El Renacer o la comodidad de su casa, Martinelli ha sido de las figuras de oposición más claras contra los gobiernos que han sucedido al suyo.

Se trata de una oposición espasmódica y selectiva, pero presente.

Además, la percepción de dos gobiernos con poca capacidad de ejecución y una desaceleración económica posterior a su gobierno, ayudan a su discurso.

Los escándalos de corrupción, mal uso de fondos por parte de la Asamblea Nacional y autoridades locales, así como instancias de cuestionamientos al gobierno de turno, han afincado la percepción de que la corrupción no era un tema exclusivo de Martinelli.

“La política en Panamá funciona en torno a lo que haga o deje de hacer Martinelli,” analizó una fuente con perfil de politólogo y defensor de derechos humanos.

“Existe una atracción fatal e inevitable,” concluye.


Futuro

Lo que representa —populismo, lo antipolítico y antisistema, el desdén por las élites tradicionales y el poco respeto por las instituciones y procesos democráticos bajo un manto de corrupción— no es un prototipo desconocido.

Sí cabe decir que Martinelli fue el primero de su tipo en la región, en esta época.

Los paralelos con figuras como Donald Trump o Jair Bolsonaro son impresionantes.

No se puede obviar el impacto en la población en general que tuvo su presidencia.

Por sí sola la construcción del Metro de Panamá cambió positivamente las vidas de cientos de miles de panameños.

La falta de figuras contundentes que puedan ocupar ese espacio genera un vacío.

No obstante, una posible presidencia de Martinelli sería una amenaza clara y latente contra la democracia e institucionalidad panameña.

Ese es un gran reto político.

Resaltar la importancia del próximo torneo electoral suena trillado, pero la posibilidad de una figura con el deterioro reputacional y judicial de Martinelli como próximo presidente podría agravar la crisis en un quinquenio donde se deberán abordar temas cruciales para el futuro del país.