El último chance: análisis del debate presidencial final

El último chance: análisis del debate presidencial final

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El debate presidencial de anoche fue diferente a los dos anteriores.

Quizás por el formato, quizás porque los candidatos ya están fogueados en estos debates, quizás por ser más veloz y dinámico por la ausencia de dos de los candidatos o quizás porque era la última oportunidad de los presidenciables de tirarse pullas entre ellos, sacarse papeles o incluso sentar las bases de posibles alianzas en el poder.

Sin duda, fue el debate donde las acusaciones más serias fueron levantadas entre candidatos y donde se dieron los cuestionamientos más fuertes sobre las capacidades de los distintos aspirantes de llevar sus planes al poder.

Y aunque no se puede decir con certeza que hubo un claro ganador, el candidato Ricardo Lombana dijo estar airoso después de la contienda, que duró menos de dos horas, alegando que la cantidad de ataques que recibió demostraba que su campaña estaba finalmente generando momento entre el electorado.


Preámbulo

El debate tuvo como sede el Centro de Convenciones Atlántico-Pacífico —conocido popularmente como Atlapa— el cual también sirve como uno de los centros de votación más grandes del país y el único por ahora en el que se permite el voto electrónico.

Ya se conocía de la ausencia programada del candidato José Raúl Mulino del partido Realizando Metas —proxy del excandidato Ricardo Martinelli— quien desde el inicio de su candidatura presidencial indicó que los formatos de los debates no permitían la explicación adecuada de sus propuestas políticas, por lo que no participaría de los mismos.

Ahora bien, aunque esa es la excusa formal, se considera que la inasistencia de Mulino obedece en vez a su liderazgo en las encuestas políticas hechas sobre los posibles ocupantes de la silla presidencial. La idea sería que, en su posición, solo puede perder votos más que ganarlos, por lo que ir a los debates presidenciales lo expondría a una pérdida más rápida.


Ausente

Lo novedoso fue la inasistencia del candidato oficialista José Gabriel Carrizo, quien pareciera ha desistido de avanzar su imagen personal como punto focal de su campaña presidencial a cambio de apoyar el voto unificado del Partido Revolucionario Democrático, haciendo referencia a la “maquinaria” de tal partido, código que se refiere tanto a su red nacional de organización política —formada inicialmente por el dictador Omar Torrijos durante sus llamados “patrullajes domésticos”— como también su capacidad de transportar a electores a los centros de votaciones a través de buses y —según reportes periodísticos en elecciones pasadas— ofreciendo viáticos en la forma de dinero o comida.

En vez, Carrizo se apersonó a un restaurante de comida griega cercano al centro de convenciones en que ocurrió el debate, indicando que no entraría al mismo sino participaba Mulino.

El argumento oficial de Carrizo es que, si no se podía garantizar la participación de Mulino, él tampoco competiría, ya que, según Carrizo mismo, la elección se estaría disputando entre él y Mulino, algo que no cuadra con las encuestas que han circulado, por ejemplo, del diario La Prensa, donde Carrizo ocupa un distante cuatro lugar y tiene una fuerte pared de personas que jamás votarían por él.

Quizás la razón informal por la que no participó Carrizo de los debates es para evitar perder más votos a la estructura del PRD, después de apariciones en debates pasados que fueron más causa de burla que persuasión.

El debate fue moderado por dos de las personalidades más reconocidas y respetadas de la televisión panameña, Eduardo Lim Yueng y Jenia Nenzen, presentadores de noticias de alto nivel de las televisoras TVN y MEDCOM —que organizó este debate en conjunto con la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura (CCIYAP)— respectivamente.

Además, el profesionalismo del evento se vio asistido por un diseño de escenario bastante moderno, que recordaba bastante a los escenarios de las primarias del partido Republicano en Estados Unidos previas a la nominación del candidato presidencial Donald Trump, cuando tal partido estaba pululado de posibles candidatos.


Temas

Un elemento que distinguió este tercer debate fue proporcionado por la misma CCIYAP: su Agenda País.

Este documento de propuestas al poder es revisado cada cinco años y se fundamenta en el trabajo metodológico de las decenas de “camaritas” que componen la CCIYAP, organizadas como están por rubro o área de actividad comercial.

Titulado sencillamente “Agenda País” —sin artículo definitivo— este documento es uno de los compendios de políticas públicas más trabajados en todo el país y se notó en este debate, habilitando una conversación entre los candidatos y candidatas que, a pesar de las pullas y dime-que-te-dirés, logró tocar algunos de los temas fundamentales que aquejan al país hoy día.

Los cuatro temas a tratar fueron, en sencillo: empleo, agua, institucionalidad y desarrollo social.

La longitud de cada uno de los bloques dependía de la cantidad de réplicas que formularan los candidatos en respuesta a las intervenciones de los demás.

Cantidad de réplicas formuladas en cada bloque temático

Bloque Cantidad de réplicas
Empleo y emprendimiento 8
Agua y sostenibilidad 6
Institucionalidad 4
Desarrollo social 6
Total 24
Fuente: El Tabulario.

Por la mecánica, los candidatos tenían derecho a pedir replicas y ofrecer contrarréplicas —solicitadas mediante apretar un botón, tipo juego televisivo— lo cual, aunado a la ausencia de dos candidatos, dejo un debate bastante directo, combativo y tajante.

El bloque más largo fue el primero, el de empleo y sostenibilidad, pues fue en el que más replicas se utilizaron. Dos candidatos, usaron dos de sus réplicas en ese bloque.

También, se tomó la decisión de mostrar el rostro de los candidatos mientras recibían sus réplicas, permitiendo a los mismos reaccionar con expresiones faciales ya sea de duda, rechazo, aprobación o desconcierto a lo que decían sus oponentes políticos, matizando su impacto.


Desarrollo

El debate inició con las introducciones de los distintos candidatos.

Por ejemplo, Melitón Arrocha —candidato por la libre postulación y por el Partido Alternativa Independiente Social— prometió ofrecer a la Nación “una visión que intenta incluir a todo el mundo y no deja a nadie atrás” mientras que Ricardo Lombana pintó un panorama positivo para su campaña, argumentando que era la hora de un nuevo capítulo en la historia panameña.

Al entrar en el tema de empleo, Roux repitió su propuesta de generar 500 mil empleos, aseverando que podría obtener muchos de estos del sector turismo y construcciones, a la par que se restauraba la confianza empresarial en el país y se invertía en los sectores de logística y agricultura.

Lombana recordó que tiene un plan de recuperar el dinero que se roba la corrupción y que utilizaría tal dinero rescatado para financiar la creación de empleos. El candidato de Otro Camino mencionó que su equipo ya había detectado 15 mil plazas públicas de empleo que son “botellas” y que pueden ser eliminadas para generar ahorro corriente en la ejecución del presupuesto estatal. No especificó cómo llegó a esa cifra.

También hizo hincapié en una propuesta novedosa, mediante la cual propone subsidiar la instalación de paneles solares para reducir la cuenta de electricidad de la población a menos de cinco dólares al mes.

Tal propuesta fue criticada por la candidata por la libre postulación y economista Maribel Gordón, quien acusó a Lombana de tan solo querer recrudecer lo que llamo el monopolio de la energía —probablemente refiriéndose a un oligopolio— aunque no explicó como la instalación de paneles solares haría esto precisamente.

A pesar de tener un discurso potencialmente poderoso y con mucho calado, el estilo abstracto de Gordón no incluye destacar propuestas específicas sino más bien ideales y objetivos a gran escala.

De hecho, esta misma observación se podría hacer sobre la mayoría de los candidatos, incluyendo a Martín Torrijos, Melitón Arrocha, Rómulo Roux, Zulay Rodríguez y el mismo Ricardo Lombana, quienes muchas veces iniciaban sus oraciones diciendo “vamos a” sin precisar el cómo.

Esto también fue subrayado por el candidato Arrocha, quien tildó las propuestas de Lombana como “demagogia” y las cifras presentadas como “números caprichosos”. Lombana, por su lado, insistió que sus planes sí tenían fundamentos estudiados, destacando el trabajo de su equipo económico.

Similares propuestas se hicieron en los temas de agua, institucionalidad y desarrollo social, quizás ya muy trilladas para repetir. Las preguntas de los moderadores, en su mayor parte excelentemente construidas, muchas veces fueron obviadas por los candidatos, quienes prefirieron quedarse en sus talking points.

De hecho, los debates, en cierta forma, se han convertido en un repaso enciclopédico sobre los problemas de Panamá, muchos de los cuales ya son ampliamente conocidos por la población, mucho más, incluso, que los candidatos.

Pero lo que diferenció este debate a los demás no fue tanto el contenido, sino el estilo.


Directo

Los candidatos no se contuvieron en atacarse entre ellos.

Respondiendo a Martín Torrijos, por ejemplo, quien le acusaba de vender promesas irreales, Rómulo Roux le dijo “Martín, ¿qué sabes tú sobre generar un solo empleo en el sector privado?”.

Además, Roux le preguntó a Torrijos, contra quien demostró una animosidad practicada, “¿cómo podemos creerte que ahora harás las cosas diferentes?”. Torrijos respondió apelando al Torrijismo y las políticas de desarrollo social establecidas por su padre, el general Omar Torrijos.

El formato contemplaba un total de cuatro réplicas por candidato utilizables a su conveniencia durante el debate, lo cual permitía el intercambio directo entre candidatos.

Réplicas formuladas por cada uno de los candidatos durante el tercer debate presidencial

Réplica Martín Torrijos Melitón Arrocha Rómulo Roux Ricardo Lombana Maribel Gordón Zulay Rodríguez
1 Roux Lombana Gordón Roux Lombana Torrijos
2 Arrocha Torrijos Arrocha Torrijos Lombana Gordón
3 Lombana Lombana Torrijos Torrijos Torrijos Lombana
4 Rodríguez Roux Torrijos Gordón Roux Lombana
Fuente: El Tabulario.

Lombana también lanzó varios golpes hacía Torrijos, diciendo que era “[díficil] escuchar al expresidente que trajo a Odebrecht” a Panamá hablar sobre creación de empleos y lucha contra la corrupción, agregando que, de hecho, Torrijos puso las bases para uno de los escándalos más grandes que ha vivido el país.

Torrijos respondió de lado, indicando que “Panama no necesita un liderazgo mesiánico” haciendo referencia a Lombana y sus comparaciones frecuentes con el presidente salvadoreño Nayib Bukele, comparaciones que Lombana mismo ha invitado. “Panamá no está para experimentos,” dijo Torrijos también, uno de varios intentos de crear un contraste directo entre Lombana y él.

Por su lado, Lombana recibió un tirón por parte de la candidata Gordón, quien dijo que ella no era “baila la vara” y que no le había “quitado el puesto de trabajo a un egresado de la carrera diplomática”, en referencia al cargo que ocupó Lombana en el consulado de Panamá en Estados Unidos durante el gobierno de Torrijos.

Y también recibió uno por parte de Arrocha, quien le preguntó a Lombana: “¿Cuáles son las reformas constitucionales tan urgentes que tu consideras necesitan un referéndum?” Esto a la par que dijo que tal proceso tomaría tres años y ocuparía la mayor parte de sus esfuerzos presidenciales.

De tal pregunta, Lombana se salvó usando la semántica, diciendo que lo que el había propuesto no era un referéndum, sino una consulta popular.

Cantidad de réplicas dirigidas a cada candidato

Candidato Cantidad de réplicas
Ricardo Lombana 7
Martín Torrijos 7
Rómulo Roux 4
Maribel Gordón 3
Melitón Arrocha 2
Zulay Rodríguez 1
Total 24
Fuente: El Tabulario.

Lombana y Torrijos fueron los candidatos a los que les dirigieron más réplicas los demás candidatos, con siete cada uno. Roux fue abordado por su contrincantes a penas cuatro veces. Entre más réplicas dirigidas a ellos, más tiempo al micrófono tuvieron, pues podían responder a cada una.

Durante sus intervenciones, la diputada Zulay Rodríguez elevó varios ataques contra distintos grupos sociales, entre ellos, refiriéndose al Club Unión, donde argumenta se negocia el país y a quienes tildó de «rabiblancos», implicando su desinterés sobre el bienestar de la población.

Y finalmente, Roux no se quedó sin ataques, con Arrocha diciéndole que sus “propuestas se parecen al Buhonero de Pedrito Altamiranda, tienes todo de todo,” cuestionando la factibilidad de su paquete de propuestas.

No obstante, en otras ocasiones, el tono entre Roux y Arrocha fue marcadamente distinto.


Acercamientos

“Cómo se nota que se han puesto de acuerdo,” mencionó en un momento del debate el candidato Lombana, haciendo referencia a algo que fue fácilmente percibido por el público del debate, y es que varios candidatos parecían ayudarse entre ellos, en particular, Rómulo Roux y Melitón Arrocha, por un lado, y Zulay Rodríguez y Martín Torrijos por el otro, con ambas duplas haciéndose preguntas relativamente fáciles y sin mucho escozor.

Tales acuerdos de los candidatos menores —Rodríguez y Arrocha— a los mayores —Torrijos y Roux— quizás serían para asegurar algún tipo de cuota de poder de ganar alguno de los dos últimos, o incluso evitar repercusiones. Las posibles alianzas tendrían sentido.

También hubo uno de esos intercambios calculado entre Rodríguez y Gordón. Por momentos, parecían utilizar el tiempo de la otra para sacar a relucir sus propuestas o hacer ver a la audiencia que estaban de acuerdo en algunos puntos, apalancándose de las fortalezas de cada quien.


Oportunidades

A 17 días de la elección general de domingo, 5 de mayo, el electorado tiene cada vez menos oportnidades para seguir contrastando las propuestas, la presencia y las estrategias de cada uno de los candidatos a la presidencia.

Mientras algunos se ausentan, una clara definición de la campaña de cada quién, otros capitalizan el tiempo aire en los debates para posicionarse como líderes y hacer resaltar contrastes entre unos y otros.

Los candidatos cerrarán las campañas estas últimas dos semanas, a la expectativa de lo que pueda suceder el 5 de mayo.

Para la ciudadanía es momento de ponderar cuáles son las prioridades que los llevarán a las urnas y cuáles son esas razones por las cuales darán el voto a un candidato por encima de otro.

Aunque parece increíble, aún a poco más de dos semanas de la elección, el panorama sigue incierto, con la candidatura de Mulino en manos de la Corte y un porcentaje del electorado, anteriormente indeciso, teniendo que tomar partido.