Arquitectura democrática: preparativos para el 2024

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Imagen generada por DALL-E

Los partidos políticos son un pilar fundamental de las democracias en general y particularmente del sistema panameño. El mismo está creado por y para los partidos.

El proceso electoral panameño contempla que después de cada elección, el Código Electoral podrá ser modificado. Esta constante revisión y modificación es inusual.

La Comisión Nacional de Reformas Electorales, la cual tiene representación de distintos actores, incluídos partidos políticos, se reúne por semanas para discutir propuestas y presentar un proyecto de modificaciones a la Asamblea Nacional.

Dentro de la comisión, si bien los partidos tienen similar representación que la sociedad civil, es en la Asamblea, mayoritariamente partidista, donde se aprueban o desaprueban reformas puntuales.

El auge de las candidaturas por la libre postulación, que buscan hacerse un espacio en el sistema al margen del sistema partidista, han evidenciado que las normas y la reglamentación están hechas en torno a la realidad de los partidos.

Entender el funcionamiento interno de los partidos —tanto grandes como chicos— da luces de las bases democráticas del país a nivel nacional. Más allá de analizar las motivaciones ciudadanas para inscribirse en un colectivo político, dar un vistazo a cómo son estas agrupaciones por dentro ayuda a dimensionar el alcance nacional que tienen como colectivo.

El título tercero del Código Electoral legisla sobre los partidos políticos, su formación, los requisitos para conformarlos y otras disposiciones. Actualmente hay nueve partidos políticos reconocidos en Panamá, cada uno con distintos niveles de organización a nivel nacional.


Requisitos

Para participar de la elección de 2024, los partidos políticos debían estar reconocidos como constituídos a más tardar el sábado, 31 de diciembre de 2022. Los requisitos para fundar un partido incluyen una solicitud inicial firmada por al menos 500 ciudadanos con una distribución nacional.

Luego de que ésta es recibida por el Tribunal Electoral, se publica formalmente la solicitud y comienzan a inscribir adherentes para llegar al mínimo requerido, un número equivalente al 2% de los votos válidos en la elección anterior.

De la elección pasada, siete partidos subsistieron y vuelven a participar de esta. Un partido, el Frente Amplio Democrático (FAD), no logró el mínimo de votos requeridos en 2019, por lo cual perdió su estatus partidista.


Novedades

Además de los siete que repiten, hay dos nuevos actores.

El partido Realizando Metas (RM) —fundado por el expresidente Ricardo Martinelli— y el Movimiento Otro Camino (MOC) —fundado por el excandidato presidencial Ricardo Lombana.

En cuanto al mínimo de adherentes requerido para fundar un nuevo partido, la norma dispone que se debe inscribir a un total no inferior al 2% de los votos válidos emitidos en la última elección para presidente según datos oficiales del Tribunal Electoral.

Eso significa que luego de la elección de 2019, los nuevos partidos debían inscribir por lo menos a 39,269 ciudadanos de forma inicial.

En cuanto a la documentación necesaria, se debe tener un nombre, un distintivo o logo, estatutos, declaración de principios, programa de gobierno y un código de ética. Estos documentos deben ser consensuados y presentados al Tribunal Electoral.

Los estatutos de los partidos son básicamente el manual de funcionamiento del mismo, donde se detallan las reglas internas, el organigrama partidista y los procesos.

Los estatutos, una vez reconocidos por el Tribunal Electoral, tendrán fuerza de ley ante los afiliados al partido. Así lo plantea el artículo 98 del Código Electoral.

Por ejemplo, el PRD plantea en sus principios conceptos como la generación de riqueza y una mejor distribución social. También plantean conceptos como la equidad y el desarrollo humano, mejora a la calidad de vida y el principio de que el mayor recurso de Panamá son los panameños.

Por su parte, los principios de MOC mencionan conceptos como participación ciudadana y lograr una sociedad más justa y equitativa. Hay mención también de un equilibrio del desarrollo en las dimensiones económicas, sociales y medioambientales.

Tales documentos son de dominio público. Cada partido los publica y también son recopilados por el TE.


Retos

El proceso de formación de partidos es tedioso y complicado.

Actualmente, hay tres partidos en formación reconocidos como tal por el Tribunal Electoral, el FAD —que busca volver a convertirse en partido— el Partido Torrijista Revolucionario y el partido en formación Relevo.

Estos no han logrado el mínimo de adherentes requeridos para su constitución oficial, por lo cual aparecen en formación. Si bien han cumplido los requisitos administrativos, al no llegar al mínimo del 2% de votos válidos, no son reconocidos.

Para mantener el estatus de partido en formación se debe estar constantemente inscribiendo personas durante los periodos de inscripción que abra dicho partido. De no cumplir con las cuotas necesarias, el expediente se cierra y para retomar el proceso se deberá volver a empezar.

El artículo 76 del Código Electoral plantea que un partido no podrá mantener su condición de partido en formación durante más de cinco años.


Poder

Los partidos deben estar regidos por una junta directiva, la cual puede tomar distintos nombres dependiendo de los estatutos de cada uno. El presidente de esa junta es también el representante legal del colectivo.

El tamaño de los partidos en cuanto a adherentes varía. El partido más grande del país es el gobernante PRD, con 693,756 inscritos al viernes, 24 de noviembre. El más chico es el Partido Alternativa Independiente Social (PAIS), con 22,398 inscritos.

Todos los partidos tienen una junta directiva o un organismo similar. Estos presiden el partido a nivel administrativo y de organización.

Partidos por año de fundación y presidente actual

Partido  Año de fundación Presidente actual
Partido Popular 1956 Daniel Brea
Partido Revolucionario Democrático 1979 Benicio Robinson
Partido Panameñista 1931 José I. Blandón
Movimiento Liberal Republicano Nacionalista 1982 Francisco Alemán
Cambio Democrático 1998 Rómulo Roux
Partido Alianza 2018 José Muñóz
Partido Alternativa Independiente Social 2021 José Alberto Álvarez
Realizando Metas 2022 Ricardo Martinelli
Movimiento Otro Camino 2022 Ricardo Lombana
Fuente: Tribunal Electoral

Depende de los estatutos de cada uno de los colectivos qué tanto poder tienen estas juntas y qué tan supeditados están a los organismos políticos más amplios que puede tener el partido a nivel nacional.


Gigante

Por ejemplo, el Comité Ejecutivo Nacional del partido más grande del país, el Partido Revolucionario Democrático (PRD), está conformado por diez personas. Un presidente, dos vicepresidentes, un secretario general y seis subsecretarios.

Mucho se dice de la penetración PRD y de la “maquinaria” de ese partido a nivel nacional.

La realidad es que los resultados electorales de la historia reciente evidencian que sí logran acaparar el control de gobiernos locales, tanto corregimientos como distritos.

Sin embargo, no es casualidad, dada su organización interna.

El entramado de niveles organizacionales que tienen puede ser parte de esa fórmula ganadora.

Los estatutos del partido detallan las divisiones del PRD.

El partido está dividido en 26 áreas de organización territorial. Algunas provincias enteras conforman áreas de organización —como es el caso por ejemplo en Bocas del Toro y Coclé— mientras que otras provincias están subdivididas, como Panamá o Chiriquí.

Los presidentes de cada una de las áreas conforman el Comité Directivo Nacional, el cual se reúne una vez al mes o a solicitud del comité ejecutivo.

Además, es en estas áreas de organización que se eligen delegados nacionales.

En total, el PRD cuenta con 4,200 delegados nacionales que eligen al Comité Ejecutivo Nacional. Se vuelven algo así como los representantes con voz y voto de su área.

A nivel de corregimiento también se eligen juntas directivas, lo cual significa que el partido tiene autoridades electas en todo el país y de forma localizada, parte de su famosa estructura electoral.

Al igual, el PRD tiene lo que denominan los Frentes Sectoriales de Masa, los cuales incluyen el frente femenino, de la juventud, empresarial, de educadores y transportistas, entre otros. Son más de 10 de estos frentes, los cuales eligen juntas directivas para cada uno y llevan a cabo actividades.

Es evidente, al analizar los estatutos del gobernante PRD, que la estructura de ese partido es gigantesca.

Más allá de tener cientos de miles de inscritos, el colectivo da espacio de participación a sus miembros a distintos niveles del partido, tanto a nivel local como nacional.

Ese empoderamiento interno podría significar un incentivo para participar de forma activa en la vida política del partido y la Nación.

Además de las autoridades locales, hay personas contratadas por el partido que llevan el día a día administrativo. Estas incluyen secretarias, gestores y personal que mantienen la sede, entre otros.


Vieja data

El Partido Panameñista, por ejemplo, es otro colectivo político con una larga historia partidista y estructura a nivel nacional.

Al momento de negociar alianzas de cara a la elección de mayo 2024, José Blandón —quien eventualmente anunció un pacto con Rómulo Roux, de Cambio Democrático— resaltó la importancia que tenía la estructura del partido con el que se fueran a aliar.

El órgano supremo del PAN es la convención nacional de ese partido, la cual está conformada por los convencionales del partido, el directorio nacional y la coordinadora política nacional.

Los convencionales son electos a nivel de corregimiento con la cuota de uno por cada 200 inscritos. Cada corregimiento tiene derecho a por lo menos un convencional, incluso cuando no llegan a la cuota mínima de 200 inscritos en ese corregimiento.

Son los convencionales —representantes de la adherencia total del partido— los que escogen la junta directiva, conformada por 11 personas, el directorio nacional, conformado por 16 personas con sus suplentes y los representantes del Tribunal de Honor y otros.


Partidos chicos

Por otro lado, el nivel de participación en cuanto a lo local que pueden tener partidos más chicos se disminuye simplemente por la cantidad de personas inscritas.

Sin embargo, en un partido más chico las personas podrían estar más cercanas a la cúpula del partido —un tema de accesibilidad. Al haber menos personas y los niveles de organización ser menos, el alcance en cuanto a la toma de decisiones para cada inscrito puede ser mayor.

En el caso de MOC, por ejemplo, el total de inscritos a la fecha es 37,135. Esto corresponde a un 5% del total de inscritos del PRD.

El estatuto del partido detalla la jerarquía de los órganos de dirección del partido.

Estas son las autoridades a nivel nacional: la convención nacional, el directorio nacional, la junta directiva nacional y el comité político nacional.

Adicionalmente, hay juntas directivas regionales a nivel de provincias.

Finalmente, están los órganos de garantía, como el Comité de Ética, el Fiscal de Ética, el defensor de los miembros del partido y el comité nacional de elecciones internas.

Claro que, a medida que crecen las agrupaciones políticas, la participación y la penetración a nivel local puede aumentar. Líderes como Lombana hacen una distinción entre “partidos tradicionales” y su propio movimiento político, reiterando una y otra vez que son producto de las circunstancias y las reglas del juego.

Al perfilarse como un vehículo para candidaturas independientes que buscan el apoyo de un colectivo y reglas del juego más justas para competir y llegar a ocupar cargos de elección popular, queda en tela de duda qué tanto lograrán impulsar esa estructura partidista.


Estructura

Al hablar del proceso electoral, se menciona la capacidad de “movilización” como un factor clave para lograr resultados electorales favorables. Estos se refieren al propio día de la elección.

Además de que la gente llegue a votar a los centros de votación, cada partido debe tener un representante en cada mesa de votación. Esto, para salvaguardar el funcionamiento de la mesa y el voto.

Tales representantes se encargan de llevar un conteo interno de lo que van registrando los representantes oficiales de la mesa, luego de ser capacitados por personal del Tribunal Electoral.

En la elección pasada hubo 6,911 mesas de votación. Para un partido del tamaño del PRD, cubrir esto puede ser poco. Pero para un partido del tamaño de MOCA, por ejemplo, esto significa casi el 19% de todos sus miembros.

Niveles

El nivel de adherencia partidista de Panamá es uno de los más altos de la región. Hay corregimientos en el país que tienen más de 80% de adherencia partidista.

Inscritos en partidos por año

Año Total inscritos
2019 1,402,639
2020 1,393,054
2021 1,469,682
2022 1,622,335
2023 1,690,174
Fuente: Tribunal Electoral

Los partidos políticos, particularmente los grandes, se perfilan como una de las fuerzas colectivas más grandes del país. Pocas agrupaciones, tal vez solo superadas por las eclesiásticas, aglomeran a tantas personas bajo una misma etiqueta.

No solo la adherencia es alta, sino que también la participación a lo interno de los mismos es real. Las personas sí se postulan para cargos internos e incluso aspiran en primarias para competir a nivel nacional.

Los niveles de participación en las primarias son evidencia de una población partidista activa.


Futuro

Muchas cosas sobre el sistema partidista panameño han sido —y sin duda seguirán siendo— discutidas al hablar de cómo se pone a los partidos al centro del proceso electoral.

El Tribunal Electoral, como árbitro de tal proceso, ha asumido competencias y responsabilidades que antes correspondían a los partidos, como la organización de primarias y la fiscalización del uso de fondos.

Esto, en un intento de legitimar los procesos y a los partidos como instituciones democráticas. No obstante, cuando se ha encuestado a la población sobre estos temas, los partidos son algunas de las instituciones en las que la ciudadanía tiene menos confianza.

¿Qué tan robustos son los partidos políticos como instituciones democráticas? ¿Pueden, con las herramientas estructurales existentes, funcionar como vehículos electorales y también fomentar la participación de sus miembros?

La naturaleza cambiante del sistema electoral panameño a través de reformas electorales constantes sin duda continuará dando espacio a nuevos actores y tal vez a un sistema que logre legitimar más la labor partidista.

El otro lado de la moneda, sin duda, es la calidad y la percepción de calidad que tiene la ciudadanía de los candidatos partidistas y quienes eventualmente resultan electos. Si quienes gobiernan no están a la altura de las circunstancias, difícil es que la confianza en los vehículos que allí los pusieron mejore.

Si bien hay mucho que explorar y entender del nivel de organización a lo interno de los partidos, la realidad es que son colectivos sociales importantes en Panamá, pues aglomeran a personas en grupos a nivel país.