Al cierre del primer mes del proceso de primarias electorales, la oferta presidencial comienza a consolidarse.
Luego de la primaria presidencial del nuevo partido, Realizando Metas (RM), donde resultó electo el expresidente Ricardo Martinelli, y la primaria general del gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD), la cual dio la victoria al vicepresidente José Gabriel Carrizo, solo quedan por celebrarse las de Cambio Democrático (CD) y las del Partido Panameñista (PPA).
Para finales de julio, habrá cerrado el proceso de recolección de firmas para candidatos por la libre postulación y los cuatro partidos más grandes ya habrán celebrado sus primarias.
Aún quedará oferta por definir: tanto por las decisiones de alianzas más adelante en el año, como por los procesos internos de los partidos más chicos para postular a sus candidatos.
Un vistazo interno
Los procesos de primarias son valiosos no solo para aquellos inscritos en partidos, sino para la ciudadanía en general, pues dejan entrever los poderes a lo interno de los colectivos políticos más grandes del país.
Fuente: Tribunal Electoral
En el caso de las dos primarias presidenciales que quedan por celebrarse, los escenarios son bastante distintos.
En CD, la disputa por la candidatura —y el aparente control del partido— entre Yanibel Ábrego y Rómulo Roux se perfila como una de las contiendas más álgidas del proceso. En contraste, en el Partido Panameñista, el exalcalde capitalino José Isabel Blandón es el único precandidato presidencial, por lo cual tal primaria resultará un mero formalismo.
El peso de la decisión
La membresía de cada partido es la encargada de escoger las opciones que llegarán a la papeleta de votación del resto de los panameños en la elección de 2024, definiendo estructuras de poder a lo interno que afectarán futuros gobiernos y la política legislativa.
En Panamá, al 15 de junio de este año, hay 1.7 millones de votantes inscritos en partidos políticos —un 56% del total de votantes en el Padrón Electoral preliminar y poco más de un tercio de la población nacional. Las primarias panameñas, bajo el Código Electoral actual, son cerradas: sólo las personas inscritas en los partidos pueden votar para elegir a sus candidatos.
En otros lugares del mundo, como en algunos estados de Estados Unidos, las primarias son abiertas y estar inscrito en el partido no es un requisito para elegir a lo interno.
Panamá nunca ha tenido un presidente que haya llegado por la vía independiente o de libre postulación. Son los inscritos en los partidos políticos quienes han establecido el panorama para el electorado en general.
Los partidos políticos tradicionales constantemente anuncian y convocan a “jornadas masivas de inscripción”, buscando llegar a un número específico de adherentes. Por ejemplo, en octubre de 2022, el gobernante PRD se puso la meta de llegar a 700 mil adherentes, una cifra histórica.
Con esa convocatoria, se logró, pues inscribieron en un solo día —el 10 de octubre— a más de 50 mil personas.
Sobre este tema, el politólogo panameño Harry Brown, estudioso de los procesos democráticos —particularmente las primarias— asegura que es una “hipótesis plausible” que candidatos y dirigentes partidistas busquen inscribir más personas con el propósito específico de asegurar su victoria en una primaria electoral.
Primarias nacionales
En el pasado, fuertes primarias han fijado el balance de poder que influye en el resto del contexto político nacional, más allá de las filas partidistas. Por ejemplo, de cara a las elecciones de 2019, a lo interno del CD, se disputaron la candidatura presidencial el exministro de seguridad en el gobierno de Martinelli, Jose Raúl Mulino, y el exministro del Canal y excanciller bajo Martinelli, Rómulo Roux, quien aspira nuevamente este año.
Mulino era ampliamente visto como el candidato de la fila ‘Martinelista’ pero fue derrotado por Roux en la primaria. Se podría precisar éste como uno de los primeros pasos hacia la “toma” del partido por parte de Roux, pugna que aún continúa.
Una vez ganada la primaria, Roux contó con el apoyo de Martinelli, quien le hizo campaña incluso estando detenido en el centro penitenciario El Renacer. Sin embargo, el acuerdo político no duró mucho, pues ya el expresidente fundó otro partido y Roux se disputa hoy el control definitivo del CD contra una serie de diputados que comulgan con Martinelli. Puntualmente es la diputada Yanibel Ábrego (CD 13-2) su principal contrincante por la candidatura presidencial en la primaria que se celebrará el próximo domingo, 9 de julio.
«La paciencia por votar»
Imagen generada por Dall-E
Brown resalta que, si bien la introducción de las primarias al proceso electoral panameño hizo a tal proceso más largo para la ciudadanía, el debate político es positivo y sano para la democracia.
Agrega Brown que las primarias dejan entrever información que le sirve a todo el electorado. Por ejemplo: la elección interna del partido Frente Amplio por la Democracia (FAD) en 2018 entre el dirigente sindical Saúl Méndez y el politólogo Richard Morales. “Ambos eran de izquierda, pero planteaban cosas distintas. El país en ese momento presenció un debate pequeño, pero ideológicamente interesante”, explicó.
“Las primarias nos dan información maravillosa y dan la oportunidad a los partidos políticos de demostrarse a sí mismos”, concluyó Brown. Esto fue visto en las primarias del PRD, donde distintos bandos se presentaron ante su electorado como más “torrijistas” que los demás.
División del PRD
Las recientes primarias del partido gobernante demostraron varios aspectos de su realidad política. Primero, se evidenció el poder de movilización que tiene el colectivo, pues más de 441 mil inscritos salieron a votar en una primaria con cientos de cargos reservados.
Si bien el ganador presidencial, el vicepresidente Carrizo, asegura que el proceso fue un éxito para él, los resultados demuestran un partido dividido, y hasta cierto punto, descontento.
De los que salieron a votar, 198 mil votaron por Carrizo. El diputado Crispiano Adames, principal contrincante y crítico de Carrizo durante la campaña, obtuvo, en comparación, 107 mil votos.
Aún más, casi 49 mil perredistas votaron en blanco —un 10% de los electores totales— y más de 5 mil metieron un voto nulo en la urna. Esto, para el cargo presidencial.
Carrizo asegura que fue una “fiesta democrática” y fue crítico de personalidades del PRD, como el expresidente Martín Torrijos —quien anunció que correrá a la presidencia postulado por el Partido Popular— y la diputada Zulay Rodríguez, quien lidera la carrera en la recolección de firmas para aspirar por la libre postulación.
“No comparten siquiera un sistema democrático”, dijo Carrizo sobre ambos al ser cuestionado sobre la posibilidad de tender puentes, opinando que Torrijos y Rodriguez no contaban con las condiciones para competir.
La movilización
El grado de participación en las primarias también puede servir como un indicador de la capacidad de movilización de los partidos y la convicción de sus inscritos.
El pasado domingo, 4 de junio, fue la primaria presidencial de RM. El partido optó por separar el torneo en dos fases: una presidencial y otra de los demás cargos. Esta última será el próximo domingo, 2 de julio.
En la presidencial, apenas el 25.8% de la membresía salió a votar para oficializar la candidatura presidencial del fundador y líder del partido, el expresidente Martinelli.
La baja participación, en un partido personalista creado como vehículo para llevar a Martinelli a la presidencia, genera cuestionamientos sobre la legitimidad de su liderazgo y el verdadero poder que tiene sobre los inscritos.
Un reto similar tendrá Blandón el próximo domingo, 23 de julio. Al correr sin contrincante, y con pocos retos de alto perfil, surge la pregunta de cuál es el incentivo real para que la membresía vaya a votar. En el caso de Blandón, el nivel de participación —y por ende compromiso— de su membresía, podría ayudarle para negociar alianzas de cara a 2024.
‘Inside out’
Es importante entender las primarias y sus implicaciones, no solo para definir el poder y el control de la toma de decisiones a lo interno de los partidos políticos —los cuales manejan decenas de millones de dólares en financiamiento público electoral y son base de la democracia panameña —sino también para comprender el contexto político nacional.
De muchas formas, las primarias son el inicio de la contienda electoral partidista, pues los precandidatos tienen un periodo estipulado de aproximadamente dos meses para hacer campaña a lo interno y asegurar su candidatura. Por la naturaleza digital y mediática de las campañas actuales, los mensajes dirigidos a su membresía impactan a la población en general.
Este proceso interno —donde distintas corrientes de los partidos deben financiar campañas y atraer votantes— resulta en menos disciplina partidista, al llegar a los distintos cargos de elección.
Particularmente en el caso de las diputaciones, Brown argumenta que la disciplina partidista sufre por las primarias. “El candidato que se pagó su campaña y tiene relaciones personales con sus votantes, cuando llega a la Asamblea Nacional, no le debe nada al partido” argumentó. Esto hace más impredecible la política.
Si bien hay argumentos a favor y en contra de las primarias en cuanto a su impacto en la calidad democrática, Brown resalta que, en el caso panameño, la opinión pública las valora. “La idea está instalada”, dijo. Agrega que hay evidencia de que la población cree que las primarias son más democráticas.
La legislación
El mecanismo para ejecutar estas primarias está contemplado en el Código Electoral y su reglamentación está en el Decreto 29 de mayo de 2022, referido coloquialmente por el Tribunal Electoral como el “Decretón”.
En el caso de los partidos políticos, el Código Electoral contempla que aquellos que tengan más de 100 mil adherentes deberán celebrar elecciones primarias para elegir a su candidato o candidata presidencial.
En éstas, podrán votar todos los adherentes del partido a la fecha de corte, establecida en el Código Electoral como el 31 de enero del año anterior a las elecciones generales.
Los partidos más chicos escogen a su candidato presidencial mediante un congreso o convención interna. Estos eventos se deben llevar a cabo durante el mes de julio. Los otros cargos serán definidos según lo planteado en los estatutos del partido, lo cual puede variar. Esto, tanto para partidos chicos y grandes.
«Pilares de la democracia»
Imagen generada por Dall-E
Para recordar, las primarias se desarrollarán entre junio y julio de 2023, diez meses antes de las elecciones generales de 2024.
Cada colectivo plantea su propia metodología para el registro de precandidaturas, estableciendo así fechas límite para presentar las mismas y fechas para la campaña electoral interna.
El artículo 282 del Código Electoral estipula que los candidatos en firme, para las primarias y para la elección general, no podrán participar de actos públicos de inauguración de obras estatales. Esto incluye a personas que ocupen cargos de elección popular, como diputados, tanto del partido de gobierno como de partidos de oposición.
¿Quién paga?
Cubrir el costo de los procesos electorales internos de los partidos, o primarias, es responsabilidad del Tribunal Electoral. El artículo 348 del Código Electoral detalla que el Tribunal “fiscalizará y financiará el costo de las elecciones de los partidos políticos para escoger a los candidatos para cargos de elección popular”.
Si bien los montos específicos para cada partido no han sido divulgados, el director de Organización Electoral, Osman Valdés, informó durante una exposición sobre las elecciones primarias, que en total se han presupuestado $10.5 millones para cubrir todos estos procesos.
“Esperamos que con ese total podamos cubrir todas las primarias”, dijo Valdés, y agregó que por el tamaño de cada partido, el costo total varía. “En 2018, cuando el PRD tenía menos adherentes, esas primarias nos costaron alrededor de $2.5 millones”, puso como ejemplo.
Si bien el TE financia, son las autoridades de los partidos las encargadas de organizar y coordinar los procesos a lo interno. Los partidos pueden solicitar apoyo del TE para la organización de las primarias o prescindir del apoyo organizacional. De igual forma, las candidaturas son anunciadas ante las autoridades partidistas de acuerdo a lo establecido en cada uno de los estatutos.
Historia de las primarias
Desde antes que Panamá fuera una república independiente, en Estados Unidos se ponderaba el concepto de las primarias, con la era progresista en busca de nuevas formas de involucrar al electorado en la toma de decisiones políticas.
Se registran intentos de incluir legislación sobre elecciones primarias en 1904 en el estado de Wisconsin en respuesta a acuerdos de recámara entre altos funcionarios de los partidos, los cuales resultaban en opciones poco representativas, según políticos de la época.
En el caso panameño, luego de la dictadura, los partidos que lucharon en oposición contra el régimen militar, explica Brown, “no sentían que debían demostrarle a la población que eran partidos democráticos […] para la población intrínsecamente lo eran”.
Este no era el caso del PRD, que debía convencer a la población de su perfil democrático. Durante la dictadura, las postulaciones habían venido de un organismo externo al PRD —el brazo militar del gobierno— por lo cual el incentivo de demostrar a la población que eran las bases las que decidían, era bastante claro.
No fue hasta las reformas electorales de 1997 cuando se concretó formalmente el concepto en la legislación. Se introdujo en el Código Electoral la obligatoriedad a los partidos políticos de realizar primarias para postular al candidato o candidata a la Presidencia de la República.
En las reformas siguientes, en 2002, se eliminó la obligatoriedad de llevar a cabo primarias, solo para ser incluída nuevamente en 2006. Desde ese año, la obligatoriedad se ha mantenido constante en el Código Electoral. Brown resalta que el PRD continuó haciendo primarias incluso cuando la ley no lo exigía.
En total, se postularon unas 14 personas como precandidatos presidenciales para las primarias de los cuatro grandes partidos. En la lista, solo hay una mujer, la diputada Yanibel Ábrego, quien busca ser la candidata por Cambio Democrático.