La estrategia de presión de Trump muestra un patrón: él lanza afirmaciones falsas y extremas, luego figuras como Marco Rubio y Ted Cruz suavizan y dan estructura al mensaje y, finalmente, otros actores tecnifican. Panamá debe responder en cada nivel para evitar que se asienten argumentos perjudiciales.
Peajes
Rubio presentó uno de los argumentos: la fuerza naval de Estados Unidos asegura el comercio global que financia la vía interoceánica, por lo que no tiene sentido que sus barcos de guerra paguen peajes.
Ahora, si los barcos de guerra de Estados Unidos estuvieran exonerados, el costo de su tránsito caería sobre el resto del comercio mundial, convirtiendo parte del peaje en un impuesto sobre la seguridad global.
Panamá debe responder con firmeza.
La ley panameña no permite exoneraciones sin una reforma legal, y el paso por el Canal genera costos operativos que hacen inviable el tránsito gratuito. Además, el consumo de agua y recursos requiere compensación. Y en el caso de un evento de seguridad, Estados Unidos tiene el derecho de actuar para proteger la vía, hecho intangible pero valioso para la potencia norteamericana.
Puede tener sentido que las naves de guerra reciban prioridad de tránsito para minimizar el riesgo a la vía interoceánica, pero no que estén exentas de pago.
Credibilidad
Uno de los factores clave en esta crisis será la confiabilidad de la información proveniente del gobierno estadounidense.
Recientemente, el Departamento de Estado publicó datos falsos sobre los peajes del Canal, obligando a la administración de la vía a desmentirlos. Este episodio pone en duda la credibilidad de Estados Unidos como socio diplomático y genera incertidumbre en la comunidad internacional.
Panamá aún confía en su relación con la potencia norteña, pero debe manejarla con cautela. La mejor estrategia sería mantener la calma y esperar confirmaciones oficiales de hechos antes de reaccionar, evitando comprometer al país con promesas no concretadas.
Y Trump no solo está deteriorando la relación de Estados Unidos con Panamá, sino que también está complicando el vínculo del país con China.
La cobertura periodística jugará un papel clave en este contexto.
Los medios panameños deben abordar estos temas con rigor y distinguir entre hechos y manipulaciones. La narrativa internacional se construye desde múltiples perspectivas y Panamá debe construir su propio relato para evitar quedar atrapado en agendas externas.
Desplante
Trump canceló a última hora su llamada con el presidente Mulino para atender a Japón, demostrando una diplomacia errática. La maniobra sacude la noción de que Panamá es una prioridad estratégica para su administración y confirma la volatilidad de su política exterior.
Mulino enfrenta un dilema: dejar el tema en el aire o enfrentarlo de manera proactiva. Su decisión tendrá consecuencias duraderas.
Hasta ahora, su estrategia ha sido reactiva y parece que ha descartado desarrollar una coalición internacional para defender los intereses panameños.
Su posición se ve complicada porque carece de una base política sólida.
No tiene una bancada legislativa propia ni apoyo estructurado dentro del sistema político. Su imagen personal es su principal activo, pero una posible sensibilidad a las críticas limita su capacidad de maniobra.
La administración de Laurentino Cortizo se deterioró progresivamente sin colapsos abruptos. Mulino podría seguir un patrón similar si no logra resultados concretos en el corto plazo. Su margen de error es mínimo y su posición, frágil.
CSS
Mientras la crisis con Trump domina la agenda, la reforma de la Caja de Seguro Social avanza en la Asamblea Nacional.
Mulino había insistido en que el proyecto debía salir de la Comisión de Salud, donde enfrentó resistencia. Aunque el último bloque fue aprobado en primer debate, el futuro de la reforma sigue siendo incierto.
El presidente ahora necesitará negociar con diputados de forma individual para alcanzar los 36 votos requeridos en el segundo debate que permitan impulsar la propuesta del Ejecutivo. Sin un bloque legislativo propio, podría verse obligado a recurrir al clientelismo para asegurar apoyo.
La propuesta original del Ejecutivo incluía un aumento en la edad de jubilación, pero la Asamblea lo rechazó.
En conferencia de prensa, Mulino aseguró que si el proyecto final “no le conviene al país” lo vetaría. Esto, sin definir qué es conveniente y qué no. El veto prolongaría aún más la crisis de la CSS.
Futuro
Panamá enfrenta un escenario complejo: la crisis diplomática con Estados Unidos, el deterioro de la credibilidad de ese gobierno y la falta de liderazgo estratégico en el panameño han creado un entorno de fuerte incertidumbre.
Lo inmediato: el país debe reforzar su capacidad diplomática, definir una narrativa internacional propia y avanzar en reformas internas para no perder margen de maniobra.
La diplomacia de la incertidumbre impuesta por Trump no debe paralizar a Panamá. Solo respondiendo con claridad y visión de largo plazo se podrán proteger los intereses nacionales en este entorno volátil.