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El financiamiento político privado se refiere a los fondos provenientes de personas naturales y jurídicas aportados a las campañas políticas.
Incluye los fondos propios que puedan aportar los distintos precandidatos o candidatos a cargos de elección popular.
El Código Electoral establece las reglas de uso de estos dineros, los topes de donaciones para cada cargo y los métodos de reporte. Veamos qué dice.
Magnitudes electorales
El Código Electoral asigna las responsabilidades de uso del financiamiento privado dependiendo de qué tan grandes son las circunscripciones de los candidatos.
Candidatos en circunscripciones menores a 10 mil votantes deben presentar al menos un informe de gastos e ingresos al Tribunal Electoral, con detalles de donaciones y proveedores de servicios.
En las circunscripciones mayores a 10 mil electores, los candidatos tienen por fuerza que abrir una cuenta única para su campaña en el Banco Nacional de Panamá.
A esa cuenta entrarán todas las donaciones. Y de esa cuenta también deberán salir todos los desembolsos.
Adicional, es necesario que contraten los servicios de un contador público autorizado para presentar los informes que requiere la Dirección de Fiscalización y Financiamiento Político.
Usos
El artículo 231 del Código Electoral dice que las contribuciones privadas podrán destinarse a varios tipos de gastos.
Por ejemplo, se incluye la movilización, combustible, hospedaje, pago a activistas, caravanas y concentraciones, comidas y brindis, alquileres de locales, agua, luz, teléfono e Internet, personalización de artículos promocionales y propaganda electoral.
Reiteradamente, las críticas y cuestionamientos al dinero que financia las campañas políticas giran en torno a la incapacidad para fiscalizar los fondos y al exceso del gasto electoral en un país del tamaño de Panamá.
Retos
Nueva Nación conversó con Carlos Gasnell, director de la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, capítulo panameño de Transparencia Internacional. Gasnell también forma parte del Foro Ciudadano Pro Reformas Electorales y participó de debates en la Comisión de Reformas Electorales llevados a cabo en 2021.
A su juicio, evitar en un 100% que se filtre dinero ilícito a las campañas políticas es prácticamente imposible. Se buscan los mecanismos para que no forme parte de la contabilidad de los partidos y los candidatos, asegura.
Agrega que el dinero ilícito entra por debajo de la mesa, lo cual sale de los controles oficiales.
Gasnell considera que mientras se permita el dinero privado en las campañas políticas, y los topes sean tan altos como son de momento, se seguirán dando excesos y abusos.
Los esfuerzos, a su juicio, deben estar direccionados a eliminar lo clientelar, reforzar con personal de inspección y crear mecanismos de denuncia anónima.
Analiza también que, en la práctica, la campaña comienza mucho antes de lo que dice el Código Electoral y que el día de la elección se mueve mucho dinero.
Gasnell asegura además que los gastos en movilización y alimentación del día de la elección no están siendo contabilizados.
Quid pro quo
Otra crítica a la presencia del dinero privado en el proceso electoral es la prevalencia de conflictos de intereses y el pago de favores una vez se lleva al poder.
Durante el último debate en la Comisión de Reformas Electorales, se planteó que quienes sean donantes a campañas políticas no puedan ser contratistas del Estado.
Los proponentes intentaban blindar tanto a la empresa privada como a los políticos contra conflictos de intereses.
Pero, en su momento, y la hora de la votación, las asociaciones empresariales se opusieron rotundamente, al igual que los partidos políticos sentados en la mesa.
Topes de campaña
El artículo 244 del Código Electoral establece el tope de financiamiento privado que podrá recibir cada uno de los candidatos a cargos de elección popular.
El tope más alto es para el cargo presidencial, con $10 millones —máximo— en financiamiento privado.
En el caso de los candidatos a diputados de la Asamblea Nacional, el tope establecido es de $300 mil cada uno. No importa el tamaño del circuito.
Para diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen), los cuales son postulados como parte de una lista del partido, el tope es de $10 mil por candidato.
Para alcaldes y representantes, el tope es en base a la cantidad de electores en el registro civil.
La fórmula es de $5 por cada elector según el padrón electoral preliminar.
El Código establece que el tope de las alcaldías no podrá ser menor a $15 mil y el de los corregimientos no podrá ser menor a $10 mil.
En el caso de los representantes, sí hay un máximo de $300 mil.
En el caso de la doble postulación —figura que existe en el Código y se refiere a cuando un candidato se postula a más de un cargo en la misma elección— regirá el tope del cargo de mayor jerarquía.
Por ejemplo, el expresidente Ricardo Martinelli, además de buscar la presidencia por el partido Realizando Metas, también será postulado como diputado del circuito 8-4.
En su caso, según lo anterior, el tope de campaña será de $10 millones.
El Código también establece topes para la precampaña, el proceso de primarias para los candidatos de partidos y el proceso de recolección de firmas para los de la libre postulación.
En ese caso, el techo de ingresos y gastos para los procesos de primarias es de un tercio de aquel de la elección general.
Donantes estrellas
Además de establecer topes totales de lo que puede recaudar cada candidato y precandidato, el Código Electoral también intenta limitar el impacto que puede tener un donante singular en cada campaña.
Para las campañas presidenciales, éstas no podrán recibir de una sola fuente contribuciones privadas que excedan el 3% del tope de gastos.
Dado que el tope es de $10 millones, un mismo donante no podrá aportar más de $300 mil.
Y en el caso de los diputados, alcaldes y representantes, un mismo donante podrá aportar hasta el 25% del tope.
Reportes actuales
Durante el pasado mes de agosto, los candidatos presidenciales en firme —siete de partidos políticos y tres por la libre postulación— presentaron ante el Tribunal Electoral sus informes de ingresos y gastos.
En tales informes, se dividen los aportes privados en tres tipos: donaciones en efectivo, donaciones en especie y aportes propios.
En total, los diez candidatos presidenciales reportaron $5.4 millones en ingresos para financiar sus campañas.
La forma en la que están conformados los fondos privados de cada candidato varía.
Donaciones e importes privados reportados por los candidatos presidenciales
Partido | Candidato | Donación en efectivo o cheque | Donación en especie | Recursos propios | Total recolectado |
Partido Revolucionario Democrático | José Gabriel Carrizo | $1,305,726 | $308,411 | $60 | $1,614,197 |
Cambio Democrático | Rómulo Roux | $1,086,200 | $74,912 | - | $1,161,112 |
Partido Panameñista | José Blandón | $244,750 | $25,000 | $55 | $269,805 |
Realizando Metas | Ricardo Martinelli | $240,000 | $4,000 | $608,832 | $852,832 |
Movimiento Otro Camino | Ricardo Lombana | - | $19,375 | - | $19,375 |
Partido Independiente Alternativa Social | José Alvarez | - | - | $60 | $60 |
Partido Popular | Martín Torrijos | $671,530 | $29,582 | $25,000 | $726,112 |
Libre Postulación | Zulay Rodríguez | $3,060 | $205,336 | $208,396 | |
Libre Postulación | Maribel Gordón | $20,355 | $132,284 | $6,231 | $158,869 |
Libre Postulación | Melitón Arrocha | $60,000 | - | $305,150 | $365,150 |
Fuente: Tribunal Electoral
Primarias costosas
El candidato que más recaudó para su campaña en su primaria fue el vicepresidente de la República, José Gabriel Carrizo.
En total, reportó haber recaudado $1,614,197.
De ese total, sólo $60 corresponden a fondos propios y unos $308,411 fueron donados en especie.
Fue de los candidatos que menos fondos propios reportó haber invertido en su campaña.
Le sigue Rómulo Roux, candidato de Cambio Democrático. Tanto Carrizo como Roux tuvieron las primarias más álgidas, Roux marcadamente más que Carrizo.
Roux reportó haber recaudado $1,161,112 en donaciones privadas. De estos, unos $74,912 fueron en especie.
Los otros dos candidatos que fueron a primarias fueron Jose Blandón y Ricardo Martinelli.
Blandón, candidato del partido Panameñista, reportó haber recaudado $269,805, el monto más bajo de los cuatro candidatos que celebraron primarias.
De ese total, solo $55 fueron recursos propios y $25,000 fueron donaciones en especie. Cabe recordar que Blandón corrió sin contrincante en su primaria, por lo que su nivel de propaganda electoral fue casi nulo.
Martinelli fue el candidato que más fondos propios aportó a su campaña.
En total, reportó ingresos por $852,832 para su proceso de primarias.
Martinelli ganó la primaria del partido que lleva sus iniciales con el 98% de los votos. Pero, solo se logró el 25% de participación, siendo el tercer partido más grande del país.
Igualmente, el expresidente recaudó $240 mil en donaciones en efectivo o cheque.
Convenciones
Martín Torrijos, Ricardo Lombana y José Álvarez no participaron de primarias.
Los partidos que los postulan llevaron a cabo procesos internos para ratificar sus liderazgos y oficializar sus candidaturas.
Si bien no fueron contiendas competitivas, los candidatos utilizaron el tiempo de campaña que les habilitaba la ley para darse a conocer.
De los tres, Torrijos fue el que más recaudó en donaciones privadas.
En su reporte se totalizan $726,112 en contribuciones privadas, de los cuales solo $25,000 fueron fondos propios.
En comparación, Lombana reportó solo $19,375 en contribuciones privadas, todas en efectivo o cheque.
No contabilizó fondos propios.
Por su parte, José Álvarez, del Partido Alternativa Independiente Social (PAIS), fue el que menos gastó de todos. Solo reportó $60 de fondos propios.
Torrijos, de los tres candidatos de partidos chicos, fue sin duda el que más campaña hizo durante ese tiempo, tanto en propaganda electoral como en giras y artículos promocionales.
El costo de las firmas
Los tres candidatos presidenciales por la libre postulación también presentaron sus informes de ingresos y gastos, los cuales revelan lo caro que puede resultar el proceso de recolección de firmas para llegar a la papeleta.
De los tres, el que más fondos reportó haber gastado fue Melitón Arrocha, quien quedó tercero en firmas, con $365,150.
De ese total, unos $305 mil fueron fondos propios. Además, reportó $60 mil en contribuciones en efectivo.
Por su lado, la diputada Zulay Rodríguez —quien recolectó la mayor cantidad de firmas— aportó ella misma $205 mil de los $208,396 que recaudó.
El restante lo reportó como donación en especie.
Se trata de dos precampañas costosas pagadas principalmente por los candidatos de su erario personal.
En el caso de Maribel Gordón, su mayor rubro fueron donaciones en especie, con $132,284.
Su reporte de gastos contabiliza la mayoría de esos fondos bajo un renglón titulado “planilla”. En total, reportó recaudaciones por $158,869, con un aporte personal de poco más de $6 mil.
Secretos a voces
Los altos costos de llegar a la papeleta por la vía de la libre postulación han sido tema de debate.
El año pasado, durante la vista presupuestaria del Tribunal Electoral ante la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional, el entonces magistrado presidente Heriberto Araúz hizo comentarios al respecto.
«El que no tiene dinero que no entre a la política», dijo Araúz ante la comisión cuando se le preguntó sobre el alto costo que tendría para los precandidatos usar la aplicación digital.
Si bien los comentarios no fueron bien recibidos, al menos a nivel presidencial, queda claro que se necesitan fondos.
Rendimiento
Se puede analizar qué tanto rinden estos fondos privados para lograr resultados electorales, calculando el costo por voto o firma para los candidatos que fueron a primarias y los candidatos que recogieron firmas.
Cabe resaltar que en algunos casos, el gasto supera el ingreso. Esto se debe a servicios contratados que están sujetos a créditos o adelantos.
El voto más caro lo obtuvo Roux, quien logró 77,735 de estos.
El costo por voto de él fue de $14.93.
El voto más barato fue el de Blandón, a $4.41 por voto.
Las firmas de apoyo por la libre postulación parecen salir más rentables.
Gordón desembolsó sólo $0.96 por firma, mientras que a Arrocha cada una le costó $2.32.
¿Cuánto costó cada voto o firma para cada candidato?
Partido o LP | Candidato | Total gastado | Total de votos o firmas | Costo por voto o firma |
Partido Revolucionario Democrático | José Gabriel Carrizo | $1,612,335 | 198,208 | $8.13 |
Cambio Democrático | Rómulo Roux | $1,160,606 | 77,735 | $14.93 |
Partido Panameñista | José Blandón | $445,894 | 101,122 | $4.41 |
Realizando Metas | Ricardo Martinelli | $786,261 | 57,355 | $13.71 |
Libre Postulación | Zulay Rodríguez | $208,342 | 176,153 | $1.18 |
Libre Postulación | Maribel Gordón | $158,052 | 163,862 | $0.96 |
Libre Postulación | Melitón Arrocha | $365,095 | 157,206 | $2.32 |
Fuente: Tribunal Electoral
Controles
La Dirección de Fiscalización y Financiamiento Político del Tribunal Electoral, dirigida por Isidro Carbonell, es la encargada de recibir los informes de ingresos y gastos de cada candidato y publicarlos para accesibilidad de la ciudadanía.
El propio director admite que son limitados los mecanismos del Tribunal para hacer frente a las fuentes dudosas de dinero privado. Esto, ya que se trata de una declaración jurada que presentan los candidatos donde la fuente del dinero no siempre queda clara.
«Hay demasiado financiamiento privado», dijo Carbonell a Nueva Nación. Resaltó que todo lo previo a la elección general —las primarias y el proceso de recolección de firmas— se financió de forma privada.
«Los mecanismos de fiscalización nos ayudan», dijo, pero admite que falta terreno por recorrer, pues no se tienen las herramientas para ir a la fuente real de los fondos.
Estamos intentando hacer alianzas estratégicas con otras instituciones del Estado para manejar más información […] El TE no puede ver las cuentas y saber de dónde provienen los fondos, reconoció.
Tecnología
El Tribunal ha dado pasos para buscar transparentar más el proceso de reporte de ingresos y gastos buscando hacer esta información más accesible a la ciudadanía y así facilitar su análisis.
Si bien desde la elección pasada se publican los documentos, el formato es poco abierto.
A partir de la elección general entrante, explicó Carbonell, se habilitará una plataforma digital nueva donde cada candidato —y campaña— deberá ingresar los rubros detalladamente.
Con ese mecanismo, se podrán ver listados claros de donantes y especificaciones de montos. Las tablas serán descargables en distintos formatos.
Excesos del pasado
En torneos anteriores, las campañas políticas han costado decenas de millones de dólares en total.
El torneo electoral más caro fue el de 2014.
Entre todos los candidatos presidenciales, el gasto de fondos privados en esa elección se elevó a $59.2 millones.
Un solo candidato, José Domingo Arias, quien aspiraba a que se reeligiera Cambio Democrático luego de la presidencia de Martinelli, reportó haber gastado $35.1 millones.
Juan Carlos Varela, quien ganó la elección, reportó un gasto de fondos privados de $10.5 millones.
En la elección de 2019, el gasto fue un poco más mesurado.
El actual presidente, Laurentino Cortizo, reportó gastos por $7.4 millones, casi seis millones más que su contrincante cercano, Roux por el CD.
Cabe recalcar que el uso de fondos privados sucede paralelamente al desembolso de financiamiento público preelectoral por parte del Estado a los partidos políticos.
En una edición anterior detallamos los montos que le corresponde recibir, por ley, a cada partido.
¿Mejora continua?
El Código Electoral panameño tiene la particularidad de que se reforma luego de cada torneo electoral.
La comisión hace cambios a la legislación —en teoría— con la meta de hacer las elecciones más justas para todos los actores involucrados.
Lo consensuado es muchas veces opacado por el trato que dan los diputados en la Asamblea Nacional a las propuestas.
Topes de campaña, mecanismos de fiscalización, aumentos del financiamiento público y la modernización de los procesos de recolección de firmas son algunas de las acciones que se han tomado en un intento de equilibrar el panorama electoral.
Faltará ver si a largo plazo serán suficientes para favorecer una democracia más robusta.